El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Detroit, Arturo Cepeda, comparte con Detroit Catholic en español sobre San José

El mes de marzo tiene un significado muy especial para todos nosotros que reconocemos a San José como el hombre que cuidó de la Sagrada Familia y que intercede por nuestra Iglesia día con día. 

 Con motivo del 150 aniversario de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal, el Papa Francisco ha llamado a un año para que renovemos nuestra atención y oremos por su intercesión en estos momentos de dificultad y angustias. 

En su carta apostólica, Patris Corde, el Santo Padre nos recuerda las virtudes y obras concretas que San José vivió y desarrolló durante su vida.  Sería bueno reflexionar en ellas ahora que seguimos nuestro peregrinar por la cuaresma y seguimos viviendo esta pandemia. 

Como padres de familia, el ejemplo a seguir de San José es claro y sencillo.  En palabras del Papa Francisco nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes – corrientes y olvidadas – pero todos podemos encontrar en San José un hombre que pasa desapercibido, un hombre de presencia diaria, discreta y oculta; a un hombre que nos enseña a vivir con fe. 

San José nos muestra cómo ser personas de ternura al ver a Jesús día tras día progresar en la gracia de Dios.  Nos enseña a ser obedientes con el plan Divino.  Tomando a María a pesar de su angustia de saber que estaba esperando un hijo, de tener que hacer un hogar en un establo para Jesús y María, de tener que huir debido a la violencia de Herodes. En todas estas dificultades San José nos muestra su obediencia y fe a Dios mismo.  

 No fueron momentos fáciles para San José y sin embargo siguió como hombre de fe obedeciendo la voluntad de Dios.  Así es como nosotros podemos seguir este peregrinar por la cuaresma. Siendo protagonistas como familias bajo la intercesión de San José.  Viendo con ternura a nuestros hijos, enseñándoles la fe, y siendo valientes y fuertes ante las adversidades.