Un tiroteo ocurrido la noche del 21 de enero en un estudio de baile en Monterey Park, en California (Estados Unidos), dejó al menos 10 muertos y otros 10 heridos. El Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, aseguró en un comunicado que “rezamos por los muertos y heridos en este tiroteo, pedimos a Dios que se mantenga cerca de sus familias y seres queridos”.
De acuerdo al Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles, las autoridades locales atendieron un llamado con informes de disparos alrededor de las 10:22 p.m. (hora local) West Garvey Avenue, en Monterey Park.
Al llegar al lugar, las autoridades “observaron numerosas víctimas y clientes en el estacionamiento del negocio”, mientras que al interior del estudio de baile “localizaron a numerosas víctimas de disparos”.
“El Departamento de Bomberos de Monterey Park acudió al lugar y atendió a los heridos. Diez de las víctimas fueron declaradas fallecidas en el lugar”, indicó el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles.
Otras diez personas heridas fueron llevadas a hospitales cercanos, en distintos estados, indicó, “desde estables hasta críticas”.
“El sospechoso huyó de la escena”, indican las autoridades, que siguen investigando el caso.
En su comunicado, el Arzobispo de Los Ángeles aseguró también que “rezamos por la curación de los heridos y pedimos a Dios que dé fuerza y guía a los médicos y enfermeras que los atienden”.
“Le pedimos a Dios que conceda sabiduría y prudencia a las fuerzas del orden público y a los funcionarios públicos que trabajan para dar sentido a la violencia y mantener seguras a nuestras comunidades”, continuó.
“Y rezamos por la paz. Paz en los corazones de los que están atribulados. Paz en los corazones de aquellos que hoy tienen miedo y están heridos, y paz para aquellos cuya fe ha sido quebrantada”, añadió.
Mons. Gomez dijo luego que “rezamos también por la paz en nuestros propios corazones. Rezamos para que podamos sentir el amor de Dios y saber que él nos librará de todo mal”.
“Pedimos a Nuestra Santísima Madre María que interceda por nosotros, que sea una madre para nosotros en esta hora de dolor e incertidumbre. Que ella nos ayude a cuidar de los que sufren ya ser sanadores y pacificadores en nuestro mundo”, concluyó.
