Corona de Adviento: ¿qué es y cuál es su significado?

Foto por Waldemar Brandt en Unplash.

La Corona de Adviento no es un adorno, es una herramienta catequética para prepararnos a la Navidad. Te explicamos qué significa cada uno de sus elementos

En esta época es común ver en las casas una especie de centro de mesa en forma de corona adornada con velas. Este hermoso arreglo, además de ser un elemento decorativo, tiene un sentido muy especial para nosotros los católicos: es la Corona de Adviento que nos ayuda a prepararnos para la Navidad.

¿Qué es la Corona de Adviento?

La Corona de Adviento nos recuerda que debemos prepararnos espiritualmente para recibir al Niño Dios en nuestra casa, consta de varios elementos, cada uno con su significado. A continuación te los explicamos:

¿Qué significado tiene la Corona de Adviento?

Hablemos primero de su forma circular. El círculo es una figura geométrica perfecta, es decir que no tiene principio ni fin. De igual manera, la Corona tiene forma circular (sin principio ni fin).

Al no tener principio ni fin, nos debe hacer recordar la eternidad de Dios y pensar en los miles de años de espera en el Mesías, desde Adán hasta el nacimiento de Jesús, y actualmente en la segunda venida de Cristo, que estamos esperando.

El follaje de la Corona puede ser de abeto, pino o algún material artificial verde, color que está relacionado con la virtud de la esperanza. Muchos le dan el significado de un tiempo especial de crecimiento espiritual y de gracia.

¿Qué significan las velas de la Corona de Adviento?

Cada domingo de Adviento se enciende una vela y se hace una oración acompañada de una lectura bíblica y un villancico. Las velas significan la luz que va disipando las tinieblas pues cada vez que encendemos una se va disminuyendo la oscuridad hasta que el resplandor de Cristo Jesús, hecho hombre, ilumina todo.

Cada vela corresponde a una semana del Adviento.

Colores de las velas y su significado

Aunque no es obligatorio que las velas sean de un color en específico, es costumbre que la Corona de Adviento tenga tres velas moradas y una rosa. Estos colores hacen alusión al tiempo litúrgico de Adviento, cuando los sacerdotes visten de morado, que simboliza penitencia y humildad de cara a la llegada de Jesús.

La vela rosa representa el Tercer domingo de Adviento, conocido como Gaudete. Este color representa la alegría y el gozo porque ya está cerca el nacimiento de Jesús.

¿Cuál es el orden de las velas de la Corona de Adviento?

Cada domingo de Adviento se enciende una vela y se hace una oración acompañada de una lectura de la Biblia y un canto de Adviento o villancico.

Las velas significan la luz que va disipando las tinieblas, pues cada vez que encendemos una, se va disminuyendo la oscuridad hasta que el resplandor de Cristo Jesús, hecho hombre, ilumina todo.

Cada vela corresponde a una semana del Adviento. Tres de ellas son de color morado (preferentemente), pues simbolizan un tiempo de especial espera y preparación, y la otra de color rosa.

¿Cuál es la primera vela que se enciende en la Corona de Adviento

Las velas moradas se encienden el 1º, 2º y 4º domingo de Adviento, y la vela rosa se enciende el 3º Domingo de Adviento, llamado también “domingo de gaudete” o “domingo de la alegría”, por la primera palabra del introito de la Misa: Gaudete, es decir, regocíjense.

Encender la vela rosa es signo de alegría y gozo porque ya está cerca el nacimiento de Jesús.

¿Cuándo se enciende la vela blanca o el cirio?

Durante la cena de Navidad, la familia se enciende un cirio que se coloca al centro de la Corona de Adviento. La familia unida hace una oración de gracias pidiendo que el Niño Jesús nazca en el corazón de cada uno. La luz del cirio nos recuerda que Cristo es la Luz del mundo.

Bendición de la Corona de Adviento

La Corona se lleva a bendecir a la iglesia el primer domingo de Adviento y después se coloca en un lugar digno de la casa, como en la mesa del comedor.

Cada domingo de Adviento se reúne la familia en torno a la Corona, preparándose para la Navidad con su oración, pero también con sus buenas obras.

Foto por Markus Spiske en Unplash.
Foto por Markus Spiske en Unplash.

¿Si bendijeron mi Corona de Adviento el año pasado, la tengo que volver a bendecir?

Durante la cena de Navidad la familia reunida enciende un cirio que se coloca al centro de la Corona. El papá y la mamá hacen la oración de gracias pidiendo que el Niño Jesús nazca en el corazón de cada uno de los integrantes de la familia. La luz del cirio nos recuerda que Cristo es la Luz del mundo.

El padre Salvador Barba, ex encargado de la Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis Primada de México, nos explicó de manera puntual si es necesario que cada año llevemos a bendecir de nuevo nuestra Corona de Adviento o si solo debemos llevar las cuatro velas que colocaremos en ella.

Recomendable re-bendecir la Corona de Adviento

En charla con Desde la fe, el sacerdote de la Parroquia de San José, en la Alcaldía Venustiano Carranza, indicó que si bien no es necesario que lleves a bendecir nuevamente la Corona de Adviento que vas a colocar en tu casa este año, durante el periodo de Adviento que se celebra en el mes de diciembre, si ya la bendijeron con anterioridad, sí es recomendable porque con ello renovamos nuestra fe.

Explicó que, en ocasiones, a muchos fieles se les complica llevar el ornamento de la corona a bendecir, por lo que si ya fue bendecido previamente, con el hecho de que lleven a bendecir las cuatro velas es suficiente, porque son el signo principal de la corona, porque representan la luz de Cristo que ilumina nuestro camino.

“Pero llevar a bendecir siempre el conjunto la ornamentación ayuda. Entonces es recomendable, digamos, re-bendecir la corona, porque con ello vamos a renovar nuestra fe, unidos en la oración con la Iglesia universal y, sobre todo, al encenderlas en nuestros hogares con la familia con una oración con la que el Señor se hará presente en nuestras vidas.

“Así, con su palabra, con su mensaje, con su buena nueva, con esa esperanza de que a partir de su encarnación vamos a alcanzar nuestra redención, la cual no se obtiene a través de la cruz, porque Cristo es la luz que ilumina el sendero de todo hombre”, aseguró el padre Barba, también director de la Dimensión de Bienes Culturales de la Arquidiócesis Primada de México.

Oración

Rey y Salvador Nuestro: Tú eres nuestra Luz.
Ilumina a nuestra familia y ayúdanos a caminar
unidos en el amor, la fe, la esperanza y la paz,
al encuentro Contigo. ¡Ven Señor Jesús!


- Esta nota fue publicada originalmente en DESDE LA FE.



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