El próximo 16 de abril, segundo domingo de Pascua, la Iglesia Universal celebrará la Fiesta de la Divina Misericordia, la cual fue instituida por San Juan Pablo II para recordarnos el inmenso perdón de Cristo.
La devoción al Señor de la Divina Misericordia congrega a millones de católicos que cada año expresan su amor y gratitud a Jesús, a través del rezo de novenas, de la Coronilla de la Divina Misericordia, procesiones, entre otras prácticas religiosas.
Esta devoción se ha extendido en todo el mundo por las gracias especiales que el Señor concede a sus fieles devotos. No obstante, su importancia radica en recordar el siguiente mensaje que el mismo Cristo nos transmitió: Dios es Misericordioso y nos ama a todos, “y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia”, como escribió Santa Faustina en su diario.
A continuación, compartimos 10 datos que todo católico debe saber sobre el Domingo de la Divina Misericordia:
1. El Domingo de la Misericordia se origina en revelaciones privadas
La celebración de esta fiesta se origina en las revelaciones privadas de Cristo a la religiosa polaca Santa Faustina Kowalska en el pueblo de Plock, en Polonia, en el año de 1931. Durante las apariciones, el Señor Jesús le transmitió una serie de mensajes sobre el significado de su Divina Misericordia y le encargó difundir su devoción por el mundo.
2. Forma parte del calendario de la Iglesia gracias a San Juan Pablo II
En el año 2000, San Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina y durante la ceremonia señaló que “es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de ‘Domingo de la Divina Misericordia’”. (Homilía, 30 de Abril, 2000).
3. Esta revelación privada tiene efectos válidos en la liturgia
En su comentario teológico sobre el mensaje de Fátima, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, después Papa Benedicto XVI, escribió: “podemos añadir que a menudo las revelaciones privadas provienen sobre todo de la piedad popular y se apoyan en ella, le dan nuevos impulsos y abren para ella nuevas formas. Eso no excluye que tengan efectos incluso sobre la liturgia, como por ejemplo muestran las fiestas del Corpus Domini y del Sagrado Corazón de Jesús”.
4. La Iglesia invita a celebrar la Divina Misericordia de varias formas
Entre otras cosas, ofrece una indulgencia plenaria: “para hacer que los fieles vivan con intensa piedad esta celebración, el mismo Sumo Pontífice (Juan Pablo II) ha establecido que el citado domingo se enriquezca con la indulgencia plenaria para que los fieles reciban con más abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo y cultiven así una creciente caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y una vez obtenido de Dios el perdón de sus pecados, ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos”. [Decreto de la Penitenciaría Apostólica del 2002]
5. La imagen de la Divina Misericordia fue revelada por Jesús mismo
Esta imagen le fue revelada a Santa Faustina en 1931 y Jesús mismo le pidió que se pintara. Luego el Señor le explicaría su significado y lo que los fieles alcanzarán con ella.
En la mayoría de versiones Jesús se muestra levantando su mano derecha en señal de bendición, y apuntando con su mano izquierda sobre su pecho fluyen dos rayos: uno rojo y otro blanco.
“El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas (…). Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos” (Diario, 299). Toda la imagen es un símbolo de la caridad, el perdón y el amor de Dios, conocida como la "Fuente de la Misericordia".
6. Esta devoción cuenta con oraciones particulares
La Coronilla es un conjunto de plegarias utilizadas como parte de la devoción a la Divina Misericordia.
Se suele rezar a las 3:00 pm (el momento de la muerte de Jesús) utilizando las cuentas del Santo Rosario, pero con oraciones diferentes. Puede acceder a la Coronilla en el siguiente enlace.
7. La Divina Misericordia está vinculada al Evangelio del segundo Domingo de Pascua
La imagen de la Divina Misericordia representa a Jesús en el momento en que se aparece a los discípulos en el Cenáculo –tras su Resurrección–, cuando se les da el poder de perdonar o retener los pecados.
Este momento está registrado en Juan 20,19-31, que es la lectura del Evangelio de este domingo.
Ese pasaje se lee ese día porque incluye la aparición de Jesús al Apóstol Tomás, en la que lo invita a tocar sus llagas. Este evento ocurrió en el octavo día después de la Resurrección (Jn 20,26) y por ello se utiliza en la liturgia ocho días después de la Pascua.
8. Los sacerdotes tienen una facultad especial para administrar la Divina Misericordia
En Jn 20,21-23 se dice: “Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío’. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos’”.
9. La Confesión es la acción de la Divina Misericordia hasta el fin de los tiempos
Jesús capacitó a los Apóstoles (y a sus sucesores en el ministerio) con el Espíritu Santo para perdonar o retener (no perdonar) los pecados.
Debido a que están facultados con el Espíritu de Dios para hacer esto, su administración del perdón es eficaz: realmente elimina el pecado en lugar de ser sólo un símbolo de perdón.
10. En las revelaciones privadas Jesús le da suma importancia a su segunda Venida
Jesús promete regresar en gloria a juzgar al mundo en el amor, como claramente lo dice en su discurso del Reino en los capítulos 13 y 25 de San Mateo.
Sólo en el contexto de una revelación pública como es enseñado por el Magisterio de la Iglesia se puede situar las palabras de la revelación privada dada a Sor Faustina:
“Prepararás al mundo para Mi última venida”. (Diario 429)
“Habla al mundo de mi Misericordia….Es señal de los últimos tiempos después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia”. (Diario 848)
“Habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mi justicia”. (Diario 965)
“Estoy prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconocen este tiempo de Mi visita”. (Diario 1160)
“Antes del Día de la justicia envío el día de la misericordia”. (Diario 1588)
“Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia”. (Diario 1146)
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.