Quince seminaristas reciben los ministerios de lector y acólito como parte de su formación sacerdotal

El jueves 30 de octubre, el Obispo Earl A. Boyea, de la Diócesis de Lansing, presidió la Misa de institución de lectores y acólitos en el Sacred Heart Major Seminary. Durante la celebración, el Obispo Boyea instituyó a nueve seminaristas de tercer año en el ministerio del acolitado y a seis de segundo año como lectores, pasos importantes en su formación hacia el sacerdocio. (Fotos de Gabriella Patti | Detroit Catholic)

El Obispo Earl A. Boyea instituyó a seminaristas del Sacred Heart como lectores y acólitos durante la Misa del 30 de octubre

DETROIT — Acompañados por familiares y amigos, quince seminaristas se reunieron la noche del 30 de octubre en la capilla del Sacred Heart Major Seminary para recibir nuevos ministerios, y dar así un paso importante en su camino hacia el sacerdocio.

La Misa de institución de lectores y acólitos fue presidida por el obispo Earl A. Boyea, de la Diócesis de Lansing. Nueve seminaristas de tercer año fueron instituidos como acólitos, y seis de segundo año recibieron el ministerio de lector.

Como explicó Detroit Catholic en 2024, estos ministerios —que hasta 1972 se conocían como “órdenes menores”— marcan una etapa clave en la formación de un seminarista, posterior al rito de admisión como candidatos, que tiene lugar al comenzar los estudios de teología.

El papa san Pablo VI reformó los ministerios de lector y acólito mediante su carta apostólica Ministeria Quaedam en 1972, para que formaran parte del proceso de formación de quienes se preparan para recibir las órdenes sagradas.

Estos ministerios confieren a los seminaristas una misión estable dentro de la Iglesia, con responsabilidades que hoy suelen asumir voluntarios, como proclamar las lecturas o servir en el altar. Al recibirlos, los seminaristas expresan su deseo de seguir creciendo como discípulos de Cristo y servidores fieles de su Iglesia.

El Obispo Boyea instituyó en el ministerio del acolitado a nueve seminaristas de tercer año: Christopher Jacob Belanger (Diócesis de Gaylord); Charles James Bemiss (Arquidiócesis de Detroit); James Burleson Bonar (Diócesis de Lansing); Paul Edward Keenan (Diócesis de Lansing); Joseph Gerald Lennon (Arquidiócesis de Detroit); Hno. Gregory Rice, SOLT (Society of Our Lady of the Most Holy Trinity); Anthony Sean Riley (Arquidiócesis de Detroit); Héctor Albeiro Saldarriaga Cadavid (Diócesis de Kalamazoo); y Ethan Douglas Wilcox (Diócesis de Marquette).
El Obispo Boyea instituyó en el ministerio del acolitado a nueve seminaristas de tercer año: Christopher Jacob Belanger (Diócesis de Gaylord); Charles James Bemiss (Arquidiócesis de Detroit); James Burleson Bonar (Diócesis de Lansing); Paul Edward Keenan (Diócesis de Lansing); Joseph Gerald Lennon (Arquidiócesis de Detroit); Hno. Gregory Rice, SOLT (Society of Our Lady of the Most Holy Trinity); Anthony Sean Riley (Arquidiócesis de Detroit); Héctor Albeiro Saldarriaga Cadavid (Diócesis de Kalamazoo); y Ethan Douglas Wilcox (Diócesis de Marquette).
El Obispo Boyea instituyó en el ministerio de lector a seis seminaristas de segundo año: Mason Gregory Abbott (Diócesis de Lansing); Hno. Andrew John Collart, SOLT (Society of Our Lady of the Most Holy Trinity); Jonathan James Galvas (Diócesis de Lansing); Matthew Frank Harazin (Diócesis de Kalamazoo); Logan Matthew Scott (Diócesis de Kalamazoo); y Charles David Tackman (Diócesis de Marquette).
El Obispo Boyea instituyó en el ministerio de lector a seis seminaristas de segundo año: Mason Gregory Abbott (Diócesis de Lansing); Hno. Andrew John Collart, SOLT (Society of Our Lady of the Most Holy Trinity); Jonathan James Galvas (Diócesis de Lansing); Matthew Frank Harazin (Diócesis de Kalamazoo); Logan Matthew Scott (Diócesis de Kalamazoo); y Charles David Tackman (Diócesis de Marquette).

Si bien los ministerios de lector y acólito están abiertos a los laicos, suelen conferirse principalmente a quienes se preparan para el sacerdocio, como signo de su madurez espiritual y de su compromiso de servir al Evangelio y a los sacramentos.

El lector tiene la misión de proclamar la Palabra de Dios durante la Misa y llevar el libro de los Evangelios en las procesiones, mientras que el acólito colabora en la preparación del altar y asiste al sacerdote o al diácono durante la liturgia.

“Hijos y hermanos míos, estos ministerios nos son confiados para proclamar la Palabra de Dios de manera que encienda los corazones de los demás, y para servir con humildad, como pecadores que ayudan a otros a acercarse a Jesús”, expresó el Obispo Boyea durante la homilía.

El obispo animó a los seminaristas a seguir el ejemplo de Jeremías, Ezequiel y san Juan, quienes “se alimentaron” de la Palabra de Dios, dejándola transformar su vida.

“Debemos dejarnos nutrir por esa palabra, con toda su dulzura y también con su amargura”, dijo. “En ella encontramos nuestro alimento, nuestra esperanza y nuestra fortaleza; solo la Palabra de Dios puede darnos vida”.

EL Obispo Boyea agregó que los futuros lectores deben permitir que la Palabra de Dios resuene en lo más profundo de su corazón, para que sea Él quien inspire cada palabra que pronuncien: “Que hablen solo cuando Dios quiere que hablen, y digan solo lo que Él quiere que digan”.

Los acólitos, señaló el obispo, están llamados a reconocer su propia fragilidad y, con humildad, acercarse al Pan de Vida en comunión plena con sus hermanos en la fe.

“Debemos mantener la mirada fija en Jesús, quien una y otra vez se presenta a sí mismo diciendo ‘Yo soy’”, dijo el Obispo Boyea. “Aun así, sabemos que nuestro ministerio en el altar siempre se realiza desde la debilidad, y es precisamente allí donde se manifiesta el poder de Dios. Lo sabemos porque servimos como instrumentos dentro de la Iglesia, una Iglesia en la que muchos —incluso nosotros mismos— tienen dificultad para creer que esta inmaculada esposa de Cristo está formada por todos nosotros, los pecadores”.

“También nosotros, hijos y hermanos míos, somos pecadores”, continuó. “Y por eso, con este ministerio, seremos siempre el rostro humano y frágil de la esposa de Cristo. Ese será nuestro desafío: cada vez que nos pongamos al servicio de nuestros hermanos en el altar, debemos mantener la mirada fija en Jesús”.

Lectores
Los siguientes seminaristas de segundo año fueron instituidos en el ministerio de lector:

Mason Gregory Abbott (Diócesis de Lansing)
Hno. Andrew John Collart, SOLT (Society of Our Lady of the Most Holy Trinity)
Jonathan James Galvas (Diócesis de Lansing)
Matthew Frank Harazin (Diócesis de Kalamazoo)
Logan Matthew Scott (Diócesis de Kalamazoo)
Charles David Tackman (Diócesis de Marquette)

Acólitos
Los siguientes seminaristas de tercer año fueron instituidos en el ministerio del acolitado:

Christopher Jacob Belanger (Diócesis de Gaylord)
Charles James Bemiss (Arquidiócesis de Detroit)
James Burleson Bonar (Diócesis de Lansing)
Paul Edward Keenan (Diócesis de Lansing)
Joseph Gerald Lennon (Arquidiócesis de Detroit)
Hno. Gregory Rice, SOLT (Society of Our Lady of the Most Holy Trinity)
Anthony Sean Riley (Arquidiócesis de Detroit)
Héctor Albeiro Saldarriaga Cadavid (Diócesis de Kalamazoo)
Ethan Douglas Wilcox (Diócesis de Marquette)



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