La comunidad hispana celebró la vida y reafirmó su compromiso con las mujeres y las familias a través de la labor de Right to Life of Michigan
LIVONIA - El pasado 25 de octubre, más de un centenar de personas se reunieron en un ambiente de alegría, fe y esperanza para celebrar la Cena Benéfica Anual “Vida Preciosa”, organizada por Right to Life of Michigan.
La velada, que combinó momentos de reflexión, testimonio y celebración, tuvo lugar en el salón One Under Banquets, en Livonia, con el objetivo de recaudar fondos para los programas educativos y de apoyo a mujeres embarazadas que la organización impulsa en todo el estado y, en particular, dentro de la comunidad hispana.
Desde el primer momento, se respiró un espíritu de comunidad. Las mesas decoradas con esmero, la música alegre y la calidez de los voluntarios crearon el marco perfecto para una noche que unió a familias, amigos y defensores de la vida.
“Como cada año se sintió un ambiente de alegría y compañerismo”, compartió María Teresa García, miembro del alcance multicultural de Right to Life of Michigan. En total, 125 personas asistieron al evento, que combinó cena, rifas, baile y una presentación especial del P. Anthony, quien habló sobre la dignidad de toda vida humana.
Un compromiso con la comunidad hispana
María Teresa desempeña un papel clave en acercar la causa provida a la comunidad hispana. En su mensaje durante la cena, destacó la importancia de construir vínculos sólidos y ofrecer recursos concretos a las familias.
“El trabajo de Right To Life of Michigan en la comunidad hispana se basa en crear relaciones estrechas”, dijo. “Nuestra labor de difusión es una cooperación que hace que la elección por la vida sea real, práctica y alcanzable y que las mujeres se sientan honradas”.
La colaboradora compartió también algunos de los programas que desarrolla junto a su equipo, como presentaciones en escuelas y parroquias, ferias comunitarias, debates educativos y actividades para niños y jóvenes, además del ya conocido Motor City Baby Shower, un evento de apoyo a familias en situación de vulnerabilidad.
“Nada de esto sería posible sin su colaboración, su trabajo voluntario y su apoyo financiero”, expresó María Teresa a los presentes. “Nosotras solas no podríamos hacer nada de esto sin la ayuda de Dios y la de ustedes”.
Una noche para celebrar y apoyar
La presidenta de la organización, Amber Roseboom, dio inicio a la cena con un resumen del trabajo de Right to Life of Michigan a nivel estatal y proyectó un video con testimonios de voluntarios y colaboradores. También animó a los presentes a participar en la Marcha por la Vida, que se realizará el próximo 6 de noviembre.
Luego, María Teresa y su supervisora, Tina Teifer, compartieron fotografías y relatos de las actividades recientes en la comunidad hispana.
El momento central de la noche llegó con la presentación del P. Anthony, quien, con un tono cercano y ameno, recordó que “Dios se ha hecho presente en nuestra vida desde joven” e invitó a los comensales “a continuar en esta causa de apoyar a los que nadie escucha”.
Tras la rifa de canastas, la música y el baile pusieron el broche de oro a una velada que reflejó la alegría de servir a una causa noble.
“Una manera alegre de ayudar”
Entre los asistentes, Lidia Rojas y su esposo volvieron a participar de la cena, como lo hacen cada año. Para ellos, se trata de un evento que combina compromiso, comunidad y esperanza.
“Cada año decidimos asistir porque nos importa mucho defender la vida y apoyar la causa”, explicó durante una entrevista con Detroit Catholic en español. “Esta cena es especialmente para la comunidad hispana, para apoyar actividades en nuestro idioma y desarrollar conciencia del derecho a la vida, de lo importante que es defenderla desde la concepción hasta la muerte natural”.
Lidia explicó que para ellos es fundamental educar a la gente. Comentó que, al apoyar a Right to Life, ellos saben que la organización podrá llegar a muchas más personas a través de los eventos y actividades que realizan.
“Aquí en Estados Unidos a veces hay mucha información, pero está en inglés”, señaló. “Es fundamental llegar a nuestra gente en nuestro propio idioma y que las mujeres sepan que tienen alternativas y que no están solas”.
Además, recordó que con el tiempo la cena fue incorporando nuevos elementos que la hicieron más atractiva: música, rifas y baile, sin perder su esencia formativa.
“Decidimos incluir música y baile para que la cena fuera más atractiva, porque los hispanos somos alegres”, explicó. “Es una combinación de elementos que hace que una noche sea un momento muy agradable para todos los que están ahí”.
Para Claudia Cantú, otra de las asistentes, la cena es también un punto de reencuentro con amigos que comparten la misma fe y compromiso.
“La cena es muy agradable, uno recibe un buen mensaje y se rodea de ya casi amigos, porque muchas veces la gente regresa de varios años”, dijo. “Volvernos a ver y reencontrarnos por esta causa es algo muy bonito”.
El mensaje del P. Anthony, centrado en el plan de Dios y la dignidad de la creación, fue, según Claudia, uno de los momentos más inspiradores de la noche.
“Habló sobre el plan de Dios para cada uno de nosotros, que somos parte de su creación”, expresó. “Este año me gustó mucho la cena porque se enfocó en la causa provida y en el mensaje y el plan de Dios”.
Claudia también compartió un mensaje de esperanza para quienes aún no conocen la labor de Right to Life of Michigan:
“La única forma en que se puede cambiar es con una cultura que haga el aborto impensable. No va a haber ley que lo controle, sino que debe ser una cultura de vida y de esperanza, y esos corazones son los que van a hacer el aborto impensable”.
Una tradición que crece
A lo largo de los años, la Cena Vida Preciosa se ha convertido en una tradición esperada dentro de la comunidad hispana de Detroit. Para muchos, no solo representa una oportunidad de apoyar económicamente la causa provida, sino también un espacio de encuentro, formación y celebración.
“Es muy bonito ver que van los papás y llevan a sus hijos adolescentes, que están escuchando y empezando a formar sus conciencias”, contó Lidia Rojas. “Para que los jóvenes sepan que ayudar a una buena causa también es parte de nuestra alegría”.
Entre risas, bailes y testimonios, la noche concluyó con la certeza de que defender la vida es una misión que se vive con fe y con alegría compartida.


