Cómo se puede ganar una indulgencia los viernes de cuaresma

Una mujer ora en la parroquia de San Carlos Borromeo en Newport. Los viernes de cuaresma los católicos pueden recibir una indulgencia plenaria rezando la oración “En ego, O bone et dulcissime Iesu” (Miradme, Oh mi amado y buen Jesús) frente al crucifijo después de recibir la Sagrada Comunión, siempre y cuando se cumpla con las condiciones regulares para ganar una indulgencia. (Foto de archivo de Detroit Catholic)

La Iglesia nos brinda oportunidades especiales para recibir la gracia, tales como las que se pueden obtener los viernes de cuaresma—pero muchos católicos no lo saben.

DETROIT--- La mayoría de los católicos ven la Cuaresma como un tiempo de preparación espiritual, penitencia y ayuno. Pero pocos católicos saben que la Iglesia ofrece la indulgencia plenaria durante esta temporada santa a aquellos que la buscan.

Una indulgencia— la cual ha sido malentendida tanto dentro como fuera de los círculos católicos— se define como “la remisión del castigo temporal ocasionado por el pecado.” Dicho de manera más sencilla, es una limpieza espiritual del “desastre” que deja el pecado después de haber recibido las gracias sacramentales de la confesión y la absolución.

Cuando una persona se confiesa, es perdonada del castigo eterno que conlleva el pecado— el alma queda limpia por la sangre de Cristo y queda justificada a los ojos de Dios— pero aún debe hacerse la reparación por ese pecado. Esto normalmente es el papel de la penitencia, durante la cual el penitente ofrece oraciones u obras de caridad para mostrar el dolor y ofrecer la reparación por haber hecho mal.

Si uno se muere en estado de gracia después de haber recibido la confesión sacramental y la absolución, pero antes de haber hecho la penitencia, la Iglesia enseña que el alma pasará por una purificación antes de entrar al cielo— la doctrina conoce esto como el purgatorio.

“Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.” Catecismo de la Iglesia Católica párrafo 1030

Una indulgencia, mientras tanto, es una gracia especial ofrecida por la Iglesia que te quita parcialmente o completamente este “castigo temporal”.

La Oficina para el Culto Cristiano de la Arquidiócesis de Detroit, en un memorándum del 27 de febrero, explicó el propósito de una indulgencia.

“Todo pecado tiene consecuencias. Interrumpe nuestra comunión con Dios y con la Iglesia, debilita nuestra capacidad para resistir a la tentación y daña a otros. Una vez que ha sido perdonado el pecado, se le llama castigo temporal a la necesidad de sanar estas consecuencias,” declara el memorándum. “La oración, el ayuno, la limosna y ofrecer obras de caridad pueden disminuir este castigo temporal.”

Algunos han hecho una similitud de la idea del “castigo temporal” a cuando rompes una ventana de la casa del vecino. El vecino puede perdonarte por la ofensa, pero la justicia te exige que le pongas una ventana nueva.

Una indulgencia es una manera de “pagar por la ventana” por así decirlo.

“Debido a la plenitud de la redención obtenida para nosotros por Cristo, la Iglesia une ciertas oraciones y acciones u obras a una indulgencia o al perdón de la remisión del castigo temporal debido al pecado,” declara el memorándum de la arquidiócesis. “Cristo, actuando a través de la Iglesia, nos da la sanación de las consecuencias del pecado cuando un individuo utiliza tales oraciones o realiza determinada obra.”

Entonces, ¿Cómo puedo recibir una indulgencia esta Cuaresma?

La Iglesia ofrece dos tipos de indulgencies: parcial o plenaria (completa). Todos los viernes durante la Cuaresma los fieles que cumplan las siguientes condiciones pueden obtener la indulgencia plenaria:

  • Estar en estado de gracia
  • Haber recibido el sacramento de la reconciliación (durante las tres semanas previas)
  • Haber recibido la Sagrada Comunión
  • Elevar oraciones por las intenciones del Santo Padre* (Rezar un Padre Nuestro y un Ave María es suficiente)
  • Rezar la oración “En ego, O bone et dulcísime Iesu” (Miradme, Oh mi amado y buen Jesús) ante un crucifijo después de recibir la Sagrada Comunión en un viernes de Cuaresma.

La oración “En ego, O bone et dulcissime Iesu” es la siguiente:

Mírame, ¡Oh mi amado y buen Jesús!, postrado en tu presencia: te ruego, con el mayor fervor, imprimas en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y firmísimo propósito de jamás ofenderte; mientras que yo, con el mayor afecto y compasión de que soy capaz, voy considerando y contemplando tus cinco llagas, teniendo presente lo que de Ti, oh buen Jesús, dijo el profeta David: "Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos." (Salmo 21, 17-18)

*Cada mes, el papa le pide a los católicos de todo el mundo orar por una intención específica. Estas intenciones se publican por la Red de Oración Mundial del Papa, conocida también como la Oración del Apostolado. La Conferencia del Episcopado Católica ha publicado las intenciones del Papa Francisco para el 2020 aquí. Por ejemplo, la intención del papa para marzo es por los católicos de China: “Oremos para que la Iglesia en China pueda perseverar en su fidelidad al Evangelio y crezca en unidad.”


Secciones
Inicio
Suscribir
Buscar