Las parroquias locales están creando una red de apoyo, no solo de recursos, para demostrar a las madres que “las queremos y las valoramos”
NOVI – Tener otro hijo no estaba en los panes de Shelly Pozos Lule, pero a principios de 2022 se enteró de que esperaba gemelos. Ya tenía cuatro hijos, dos niños y dos niñas, y hacía poco que, de manera repentina, se había convertido en madre soltera.
“Estuve casada durante diez años. Mi marido fue a buscar unos papeles y nunca más volvió, así que quedé sola con mis hijos”, explicó Pozos Lule a Detroit Catholic. “Me había ligado las trompas porque teníamos dos niños y dos niñas hermosas, y habíamos decidido no tener más hijos. Queríamos disfrutarlos, verlos crecer y darles todo lo que necesitaran. Pero después de que él se fuera y no egresara, quedé embarazada de gemelos”.
El impacto emocional fue tan grande que Pozos Lule perdió su empleo. Se mudó con su madre a un pequeño remolque y envió a sus dos hijos varones a vivir con la familia de su padre a México.
“Había tocado fondo”, recordó Pozos Lule.
Sin embargo, un año antes, cuando aún vivía en Milford, Pozos Lule había llamado a varias iglesias y organizaciones buscando ayuda para evitar ser desalojada.
Una de las parroquias con las que se contactó fue Holy Family en Novi, donde habló con Roxanne Hundsrucker, directora de servicios cristianos. Hundsrucker le recomendó recursos, pero no pudo brindarle ayuda directa porque Pozos Lule no pertenecía a su distrito.
“Me dijo: ‘Si no consigues ayuda, llámame y pensaremos en algo’”, contó Pozos Lule. “Un año después, tuve a los niños y, de repente, ella apareció en mi casa con un montón de cosas para los bebés. Se mantiene en contacto conmigo, se asegura de que no me falte nada: pañales, comida, tarjetas de gasolina. Todo lo que puede hacer por mí, lo hace. Y todo esto porque me puse en contacto con ella hace muchos años; no sé cómo volvimos a conectar, pero desde entonces hemos estado en contacto”.
Hoy en día, Hundsrucker y Pozos Lule tienen una relación cercana. De hecho, ella suele presemtarse en el despacho de Hundsrucker sin avisar para hablar de la vida, pedir un consejo o llevar a sus hijas a buscar ropa en el armario de la parroquia.
“Solamente les pido pañales, y no soy alguien a quien le guste pedir, pero Roxanne, como me conoce, me llama y me dice: 'Oye, tengo abrigos para los niños si los necesitas'. Siento que Roxanne y Holy Family me encontraron. Porque sí, la seguimos remando, pero probablemente hay personas que necesitan más que yo, y gracias a ella me di cuenta de que todos necesitamos ayuda”.
No se trata solo de salvar bebés, sino de acompañar a sus madres
Hundsrucker cuenta con el apoyo de su parroquia para ayudar a madres como Pozos Lule, pero también con los numerosos recursos organizados a través de Walking with Moms in Need. Esta iniciativa, lanzada en 2020 por la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. y adoptada por la Arquidiócesis de Detroit en colaboración con Catholic Charities of Southeast Michigan, busca apoyar a las parroquias y a los feligreses católicos para que promuevan y den a conocer recursos que brinden ayuda a mujeres embarazadas y madres con hijos pequeños.
Kathleen Wilson, coordinadora de los ministerios Gospel of Life and Project Rachel de la Arquidiócesis de Detroit, es la encargada de supervisar esta iniciativa dentro de la arquidiócesis.
Wilson espera que cada Familia de Parroquias en la arquidiócesis cuente con su propio ministerio dedicado a acompañar a las mujeres, no solo dentro de la parroquia, sino también en las comunidades vecinas.
“En este momento, tenemos más de 50 parroquias que han pasado por gran parte del proceso para ofrecer esta ‘obra continua de misericordia’ en su comunidad parroquial”, escribió Wilson en un correo electrónico a Detroit Catholic.
Wilson explicó que no hay una “única manera correcta de implementar este ministerio en la parroquia”, y que cada parroquia lo ha hecho de forma diferente, según su carisma o dones particulares. Wilson y su equipo, a su vez, está allí para ofrecerles apoyo.
Para ser "reconocida oficialmente como una parroquia de Walking With Moms In Need, el proceso comienza con el deseo de dar a conocer que: ‘Somos un lugar seguro, un pueblo de vida; te vemos y estamos aquí para ayudarte. ¡Ven y camina con nosotros!’”, afirmó Wilson.
El trabajo que Hundsrucker ha realizado junto con su equipo, voluntarios y feligreses en Holy Family es un claro ejemplo de los frutos que Walking with Moms in Need ha dado en el sureste de Michigan.
Cuando se lanzó la iniciativa, a pesar de los confinamientos causados por la pandemia de COVID-19, Hundsrucker reunió virtualmente a todas las personas del entorno parroquial involucradas en actividades o ministerios pro-vida para conversar regularmente sobre cómo implementar la visión en la vida de la parroquia.
“Empezamos con el inventario de la parroquia y dedicamos un año a organizar actividades para educar e informar a la comunidad sobre el programa de Walking with moms in need en la parroquia”, explicó Hundsrucker a Detroit Catholic.
Hundsrucker evaluó los recursos disponibles en la Familia de Parroquias -que también incluye a St. James en Novi, St. Joseph en South Lyon y St. William en Walled Lake- y decidió empezar por el ropero comunitario de Holy Family.
“Ese fue un buen punto de partida. Cada vez que conocíamos a una mujer con necesidades en nuestra comunidad o a una embarazada, la invitábamos y le mostrábamos que realmente nos importaba, como Iglesia Católica”, explicó Hundsrucker. “No se trataba solo de evitar que los bebés fueran abortados, sino de acompañar de verdad a las mamás que enfrentaban dificultades, ya fuera durante el embarazo, con sus hijos pequeños”.
Las visitas al ropero se programan con anticipación, lo que permite a la parroquia no solo darles una bienvenida cálida, sino también construir relaciones más cercanas y brindarles un acompañamiento continuo.
Hundsrucker sigue educando a los feligreses e invitándolos a sumarse al ministerio. Mientras tanto, creó un calendario mensual en el que la parroquia elige una agencia u organización diferente para apoyar.
El ministerio se construyó sobre las iniciativas que la parroquia ya llevaba a cabo. Holy Family, por ejemplo, ha organizado durante casi dos décadas un baby shower anual en beneficio de Another Way Pregnancy Center. Ahora, también apoya a más centros y organizaciones a través de campañas de recolección de pañales y leche para bebés.
El siguiente paso fue reconocer a las mujeres embarazadas dentro de la comunidad parroquial.
“Primero hablamos sobre las mamás que estaban esperando su segundo o tercer hijo y cómo, a menudo, ya no tenían un baby shower”, comentó Hundsrucker. “Normalmente tienes uno para el primer bebé, pero para el tercero o cuarto, ya todo es ropa usada o heredada”.
Hundsrucker organizó una recaudación de fondos subastando bolsos de diseño de segunda mano, y con el dinero preparó bolsas de regalo para las futuras mamás. Estas incluían artículos de cuidado personal, snacks, tarjetas de regalo y oraciones, cosas útiles para el tiempo que pasan en el hospital durante el parto.
“Queremos que sepan que ‘las queremos y las valoramos’”, explicó Hundsrucker. “Incluimos tarjetas de felicitación que dicen: ‘Felicidades por tu embarazo’. Es una forma de brindar consuelo, un mensaje de un desconocido que les recuerda que son hermanas en Cristo”.
Según Hundsrucker, gracias al ministerio a la parroquia pudo ayudar a muchas mujeres, y que Pozo Lule es una de las seis que hasta ahora se han beneficiado del banco de pañales, que ofrece pañales durante el primer año de vida de un niño y, en ocasiones, por más tiempo.
“Ella me manda un mensaje a mí o a alguien del equipo y me dice: ‘Necesito pañales’, y organizamos la entrega”, explicó Hundsrucker. “No hay ninguna condición. A veces le doy una tarjeta de gasolina o de comida porque puedo percibir por su tono cómo está. Ella nunca pide nada más que los pañales”.
El apoyo de Hundsrucker y la parroquia significa muchísimo para Pozo Lule, quien aseguró que no conoce otro programa como Walking with Moms in Need.
“Justo cuando piensas que no puedes más, Dios te muestra un camino diferente. Dios pone a alguien en tu vida por una razón, y esa persona simplemente aparece”, dijo Pozo Lule. "No tengo familia, Roxanne es como una madre para mí; puedo llamarla y pedirle consejo. La siento parte de mi familia. Me da el mejor consejo del mundo y siempre se asegura de saber cómo estoy”.
La seguridad de saber que a alguien le importa
Gracias a la forma en que está organizado Walking With Moms in Need, es fácil para una persona acceder a sus recursos sin tener que pasar por su parroquia. Después de hacerse amiga de una joven llamada Stephanie, que se había mudado a Michigan desde Texas con su esposo, Beth Locricchio, una feligresa de Our Lady of Good Counsel en Plymouth, se enteró de que Stephanie había quedado embarazada de manera inesperada.
Stephanie, una estudiante de 28 años que pidió no ser identificada por su nombre real, dijo que estaba “aterrada”.
“Algunas personas en Internet me decían: 'No puedes sorprenderte de que hayas quedado embarazada', pero es como si te pusieras el cinturón de seguridad y, aun así, te sorprendas si tienes un accidente”, explicó Stephanie.
Según Stephanie, a partir de ahí todo fue muy confuso. Mientras intentaba terminar sus estudios y lidiaba con su embarazo inesperado, su esposo se fue a rehabilitación y estuvo fuera por más de dos meses.
“Dependía mucho de otras personas”, afirmó Stephanie.
Locricchio ha sido una de las muchas personas que han acompañado a Stephanie: contactó a distintas organizaciones y la ayudó a conseguir artículos como pañales, tarjetas de gasolina y comida para gatos. Locrocchio agregó que Stephanie ha sido “una gran defensora de sí misma”.
“No estaba segura de poder seguir adelante con el embarazo y, por eso, necesitaba mucho apoyo. Sabía que una sola persona no podría hacerlo todo, y yo no podía ofrecerle todo lo que necesitaba”, dijo Locricchio.
Para Locricchio Walking With Moms in Need es como una “red” que reúne los recursos y dones de muchos organismos y personas, y que acompaña a las mamás a lo largo de todo su proceso.
“Es muy difícil hacer este tipo de cosas por cuenta propia, pero cuando tenemos el Cuerpo de Cristo, es un alivio contar con tantas personas y recursos dispuestos a ayudar cuando se necesita,” dijo Locricchio. “Incluso después del embarazo, siempre están buscando recursos para estas jóvenes. Realmente piensan de manera creativa. Como su nombre lo indica, 'Walking with Moms', quieren que sea algo cercano y personal”.
Stephanie dijo que puede parecer duro o imposible continuar un embarazo sin apoyo, y se ha sorprendido por la cantidad de ayuda que ha recibido.
“Mi marido estuvo fuera por un período largo, y ellos me ayudaban con el alquiler, los servicios, las cuentas, la comida, y me daban gift cards para comprar comida o gasolina,”, dijo Stephanie. “Las pude usar y asegurarme de tener suficiente comida y gasolina para poder moverme. Creo que todos tienen un papel importante, y así es como se logra. No es algo que se resuelve de una sola vez - diferentes lugares se enfocan en cubrir distintas necesidades”.
Navegar estos recursos por cuenta propia puede ser abrumador para las madres embarazadas o que crían a sus hijos. Una de las fortalezas de Walking With Moms in Need es su capacidad para agrupar las opciones disponibles y usar una red de organizaciones establecidas para brindar a las madres la ayuda que necesitan.
Wilson dijo que se siente inspirada por el amor de Cristo reflejado en las parroquias y en personas como Hundsrucker y Locricchio.
“Recuerdo que mi suegra solía decir: “Hay tantas personas buenas haciendo tantas cosas bonitas, dándose a sí mismos en tantos lugares; solo necesitamos oír hablar más de ellas”, escribió Wilson. “Que todas las mujeres que enfrentan embarazos difíciles y quienes las aman sepan que pueden recibir apoyo incondicional de cada comunidad parroquial que se ve a sí misma como pueblo que defiende la vida”.
Además de ayudar a madres como Pozo Lule, el ministerio ha abierto las puertas a nuevas alianzas con centros de recursos para embarazadas, lo que ha fortalecido a estos centros; los sacerdotes han tomado mayor conciencia de la necesidad de acompañar a las mujeres embarazadas y a las madres, y muchas más personas se han unido al movimiento pro-vida, personas que quizás no lo habrían hecho de otra manera.
Locricchio se siente agradecida al ver la acción pro-vida concreta que ha surgido como resultado.
“Una cosa es decir que estás a favor de la vida, pero ¿cómo estás ayudando a las madres? ¿Cómo estás ayudando a los bebés? dijo Locricchio. “Ha sido una gran bendición ver cómo tanta gente se ha acercado, ha caminado junto a estas madres y ha puesto su energía en ser ese apoyo real para ellas”.
Como alguien que nunca se sintió llamada a hacer consejería en las aceras, Hundsrucker comentó que Walking With Moms in Need le ofrece a ella y a otros una forma de actuar.
Para Hundsrucker, los próximos pasos son trabajar como Familia de Parroquias para identificar a las mujeres que necesitan apoyo e invitarlas a integrarse a la comunidad parroquial, donde podrán encontrar recursos, amor y apoyo.
“Necesitamos caminar junto a esas mujeres. Podemos decirles: ‘No, no abortes,’ pero ahora necesitamos ver cuáles son sus necesidades”, explicó Hundsrucker. “Muchas veces, se trata de necesidades económicas, espirituales o emocionales, y si alguien puede contar con esa persona que las guíe y les diga: ‘Todo va a estar bien; Dios va a estar contigo,’ eso ya es un gran alivio. No va a ser perfecto, pero Dios estará ahí, y tus necesidades serán cubiertas porque vas a encontrar personas dispuestas a ayudarte.”
“Sería genial que todos trabajáramos juntos para reunir a más mamás”, agregó Hundsrucker. “Sé que están ahí, por todas partes, y tenemos mucho más para ofrecer.”