DETROIT — Con el objetivo de potenciar los frutos que los ministerios universitarios católicos siguen dando en toda la Arquidiócesis de Detroit, se está fortaleciendo el vínculo entre la presencia católica en Oakland University, en Auburn Hills, y el Ministerio Católico Universitario de Detroit, en el condado de Wayne.
Ambos programas, que en los últimos años han visto crecer la participación estudiantil, comenzarán a compartir sacerdotes y a colaborar más estrechamente, lo que permitirá consolidar y enriquecer ambas comunidades.
A partir del 1 de julio, el Arzobispo Edward J. Weisenburger ha designado al P. Matthew Hood —actual capellán del Ministerio Católico Universitario de Detroit, que acompaña a estudiantes de Wayne State University en Detroit, University of Michigan-Dearborn y Henry Ford Community College en Dearborn— como nuevo administrador de la parroquia universitaria St. John Fisher Chapel, en Auburn Hills, cargo que asumirá sin dejar sus responsabilidades actuales.
Al mismo tiempo, el arzobispo ha nombrado al P. Steven Mateja —sacerdote in solidum que actualmente sirve en St. John Fisher— como co-capellán del Ministerio Católico Universitario de Detroit y vicario parroquial en St. John Fisher.
St. John Fisher Chapel University Parish, que sirve a estudiantes de Oakland University a través de su ministerio Grizzly Catholic, dejará de formar parte de la Familia de Parroquias Bald Mountain —que incluye también a las parroquias St. Joseph y Christ the Redeemer, en Lake Orion— para establecer una colaboración más directa con el Ministerio Católico Universitario de Detroit.
Aunque ambos ministerios seguirán funcionando de manera independiente, compartirán sacerdotes y recursos, explicaron el P. Hood y el P. Mateja.
“Es un honor enorme que el arzobispo me haya confiado el inicio de esta nueva etapa en la Arquidiócesis de Detroit, orientada a fortalecer los ministerios universitarios católicos”, expresó el P. Mateja en diálogo con Detroit Catholic.
Por su parte, el P. Hood señaló que esta nueva organización refleja el compromiso de la arquidiócesis con la evangelización en los campus universitarios.


“El arzobispo está apostando fuerte: quiere que dos sacerdotes se dediquen a tiempo completo a esta misión, lo cual representa un gran compromiso, especialmente hoy, cuando enfrentamos una escasez de vocaciones”, expresó el P. Hood. “Estoy convencido de que el ministerio universitario es el corazón de la renovación de la Iglesia Católica, sobre todo aquí en Estados Unidos”.
Tanto en el Ministerio Católico Universitario de Detroit como en St. John Fisher, los padres Hood y Mateja aseguran haber sido testigos directos del crecimiento de la fe entre los estudiantes, en campus tanto católicos como seculares.
Aunque muchas diócesis en el país han reportado un aumento en el número de personas que se convierten al catolicismo, una parte importante de ese dinamismo se concentra precisamente en los entornos universitarios.
“El Ministerio Católico Universitario de Detroit empezó después de la pandemia con apenas cuatro o cinco estudiantes”, recordó el P. Hood. “Este último año, más de 180 participaron en estudios bíblicos; 10 fueron recibidos en la Iglesia —algo que no ocurre ni siquiera en muchas parroquias—; dos jóvenes ingresaron al seminario, y muchos más salieron como discípulos comprometidos, decididos a vivir la misión de la Iglesia durante toda su vida”.
Por su parte, el P. Mateja destacó que en St. John Fisher actualmente hay 95 estudiantes participando en estudios bíblicos, un notable aumento en la asistencia a la misa diaria, y siete universitarios que recibieron los sacramentos de iniciación esta última Pascua.
El ministerio universitario tiene un papel clave en este resurgir de la fe, porque los jóvenes están buscando autenticidad y verdad, explicó el P. Mateja.
“Los jóvenes quieren una fe auténtica —quieren algo real, verdadero, bueno y bello—, por eso es tan importante ofrecerles la verdad sin adornos”, dijo el sacerdote. “No les interesan los mensajes edulcorados o superficiales. Quieren la verdad completa. Quieren vivir la fe en su plenitud, y cuando se la presenta de forma diluida, simplemente no les atrae porque no les transmite algo que valga la pena”.
El P. Hood agregó que él y el P. Mateja siguen abiertos a la guía del Espíritu Santo mientras rezan y disciernen cómo pueden trabajar más unidos, tanto entre los ministerios universitarios como en su servicio como sacerdotes.
“Estamos buscando el camino juntos, discerniendo paso a paso, y tratando de responder con docilidad a lo que el Espíritu Santo nos va mostrando en esta nueva etapa”, comentó el P. Hood. “Pero también creo que es una gran oportunidad para reconocer todo el crecimiento que ha tenido el ministerio universitario. Ha dado muchos frutos. Hoy por hoy, es uno de los espacios más prometedores dentro de la Iglesia”.