La comunidad de Detroit despide con gratitud al P. Dennis Walsh, un guía espiritual cuyo liderazgo transformó cientos de vidas

El sábado pasado, la comunidad se reunió en el estacionamiento de Holy Redeemer para despedir al P. Dennis Walsh en un evento lleno de emociones. La despedida fue un reflejo del amor y la gratitud que la comunidad siente por su párroco. (Fotos cortesía de María Espinoza)

Después de más de una década de servicio en la Arquidiócesis de Detroit, el P. Dennis Walsh se despide, dejando una comunidad profundamente agradecida por su entrega y su impacto espiritual duradero

DETROIT — El pasado fin de semana, la comunidad de Holy Redeemer se reunió para despedir al P. Dennis Walsh, conocido cariñosamente por todos como “el Padre Nicho”, quien deja la Arquidiócesis de Detroit tras 13 años de servicio pastoral.

Su partida genera un vacío significativo en la comunidad, especialmente en la población hispana, a la que sirvió con un amor y devoción ejemplares, transformado vidas y dejado una huella imborrable.

Un sacerdote sin raíces hispanas, pero con un corazón latino

El P. Dennis Walsh nació y creció en los Estados Unidos. Sin embargo, su conexión con la comunidad latina es profunda y genuina. Como miembro de la comunidad de sacerdotes y hermanos SOLT (Society of Our Lady of the Most Holy Trinity), su formación incluyó misiones en México. Fue allí donde aprendió el idioma español y, más importante aún, donde desarrolló un amor inmenso por la cultura y la fe del pueblo hispano.

Después de completar su carrera universitaria en la Universidad Franciscana de Steubenville, el P. Dennis Walsh discernió su vocación con la Comunidad SOLT en Belice y entró al noviciado en Bosque, Nuevo México. Estudió Teología en la Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma, donde fue ordenado diácono y posteriormente sacerdote en Corpus Christi, Texas. Se desempeñó como vicario y luego párroco en St. Anthony en Robstown, Texas, antes de asumir el cargo de párroco en Holy Redeemer y en St. Cunegund y St. Gabriel. El pasado 13 de junio fue elegido Sacerdote Siervo Regional para la Región Americana de la comunidad SOLT.

Cuando llegó a Detroit en 2011, el sacerdote se encontró con una comunidad latina vibrante, especialmente en Holy Redeemer. Desde el primer momento su entrega fue absoluta, convirtiéndose en un pilar fundamental de la vida parroquial.

En una entrevista con Detroit Catholic en español, María Espinoza, miembro de Holy Redeemer, explicó que, desde el principio, el P. Dennis Walsh se involucró mucho con la comunidad hispana. “Creo que es el amor de Dios, ese amor tan profundo que él siente, lo que se refleja en su cuidado hacia cada uno de nosotros. Se preocupa genuinamente por todos los que nos acercamos a la iglesia buscando ser escuchados por él. Tiene un don especial, él es el buen pastor”.

“El Padre Nicho ha sido un guía espiritual invaluable para mí, especialmente en momentos difíciles de discernimiento. Su sabiduría y sencillez me han mostrado el amor de Cristo, ayudándome a tomar decisiones importantes con claridad. No solo es nuestro párroco, es un amigo cercano. Lo invitábamos a casa, como muchos en la comunidad, porque es un sacerdote humilde que siempre se hacía presente, ya fuera en un cumpleaños, un aniversario, o simplemente para compartir una comida. Su apoyo ha sido un pilar para mí y mi familia”.

"Desde aquel retiro del programa 'Revive', mi vida ha experimentado una transformación constante. Hoy mantengo la firme convicción de que Dios es real y que Él es amor, y que todos necesitamos encontrarlo para alcanzar la verdadera felicidad. Ha sido una experiencia maravillosa formar parte de la evangelización que ha impulsado la comunidad del Padre Nicho. La comunidad SOLT es una bendición para toda la Arquidiócesis de Detroit", dijo Antonio.
"Desde aquel retiro del programa 'Revive', mi vida ha experimentado una transformación constante. Hoy mantengo la firme convicción de que Dios es real y que Él es amor, y que todos necesitamos encontrarlo para alcanzar la verdadera felicidad. Ha sido una experiencia maravillosa formar parte de la evangelización que ha impulsado la comunidad del Padre Nicho. La comunidad SOLT es una bendición para toda la Arquidiócesis de Detroit", dijo Antonio.

Un encuentro que cambió vidas

Antonio Guzmán, quien conoció al P. Dennis Walsh hace 11 años en un curso de evangelización llamado ‘Revive’, recuerda cómo el párroco cambió su vida. En aquel momento, Antonio estaba alejado de la fe, cargado de heridas personales que lo habían distanciado de la Iglesia. Fue a través de ese retiro que redescubrió su fe y encontró en el P. Dennis Walsh un guía espiritual.

“Desde que conocí a Dios, mi vida comenzó a transformarse, Él me ayudó a sanar. No tengo palabras suficientes para agradecer todo lo que el Padre Nicho ha hecho por mí y por nuestra comunidad”.

Antonio recuerda cómo llegó al retiro casi por accidente. Aunque había crecido en una familia católica, su fe se había debilitado tras mudarse a Estados Unidos a los 12 años. Durante su adolescencia y juventud, se alejó de la Iglesia, y su resentimiento le hacía dudar de la existencia de Dios. Sin embargo, a los 20 años, una llamada telefónica inesperada, originada por la insistencia de su madre, lo llevó a asistir al retiro ‘Revive’, un programa de evangelización creado por el P. Dennis Walsh y la comunidad SOLT.

"Pensé que solo iba a asistir un día para complacer a mi mamá y luego encontrar una excusa para no volver", recordó Antonio durante una entrevista con Detroit Catholic en español. Pero la calidez y el amor con los que fue recibido por el equipo del retiro cambiaron sus planes.

Después de haber acudido al sacramento de la reconciliación, comenzó un proceso de transformación que lo llevó a involucrarse activamente en la vida parroquial y, eventualmente, a trabajar para la Arquidiócesis de Detroit.

Antonio también recuerda con cariño cómo el P. Dennis Walsh lo invitó a participar en el Sínodo Arquidiocesano en 2016, una experiencia que marcó su vida y lo inspiró a estudiar teología. "Compartir ese sínodo con él me hizo darme cuenta de que podía servir a la Iglesia de una manera diferente, como laico comprometido. Fue una de las muchas formas en las que el Padre Nicho impactó mi vida”.

El sábado pasado, la comunidad se reunió en el estacionamiento de la parroquia para despedir al P. Dennis Walsh en un evento lleno de emociones. La despedida fue un reflejo del amor y la gratitud que la comunidad siente por su párroco.
El sábado pasado, la comunidad se reunió en el estacionamiento de la parroquia para despedir al P. Dennis Walsh en un evento lleno de emociones. La despedida fue un reflejo del amor y la gratitud que la comunidad siente por su párroco.

El impacto del P. Dennis Walsh en la comunidad

El liderazgo del “Padre Nicho” fue fundamental para el crecimiento y la vitalidad de Holy Redeemer. Bajo su guía, se crearon y fortalecieron numerosos ministerios, que permitieron a la comunidad hispana encontrar un hogar espiritual en Detroit.

“El Padre Dennis siempre ha sido una persona profundamente espiritual, abierta y dispuesta a ayudar. Abrió las puertas de la parroquia a varios ministerios de sanación interior, brindando formación y apoyo a quienes han sufrido heridas emocionales y espirituales”, explicó Carmen Muñoz, directora de caridad evangélica de Holy Redeemer.

A lo largo de los años, fue un catalizador para la integración de los hispanos en la vida de la parroquia. Con su apoyo incondicional, los líderes laicos pudieron desarrollar iniciativas que respondían a las necesidades de la comunidad, desde programas de formación hasta retiros espirituales que continúan inspirando a nuevas generaciones de católicos.

Además, colaboró para hacer posible la adquisición de una reliquia de primera clase de San José Sánchez del Río, un joven mártir mexicano muy querido. Gracias a los esfuerzos del sacerdote y de voluntarios como Jaime Diaz-Herrera, la reliquia ahora se encuentra en un altar dedicado dentro de la parroquia, convirtiendo a Holy Redeemer en el segundo lugar en Estados Unidos en poseer una reliquia de este santo. "Es un privilegio que refuerza nuestra conexión con nuestra fe y nuestras raíces", comentó Antonio.

"Hubo música, comida, y muchos abrazos y lágrimas", explicó Antonio. "Todos querían darle las gracias. Verlo partir fue difícil, pero sabemos que los planes de Dios son perfectos. Fue un día lleno de sentimientos encontrados, pero también de esperanza para el futuro."
"Hubo música, comida, y muchos abrazos y lágrimas", explicó Antonio. "Todos querían darle las gracias. Verlo partir fue difícil, pero sabemos que los planes de Dios son perfectos. Fue un día lleno de sentimientos encontrados, pero también de esperanza para el futuro."

Una despedida llena de emociones

El sábado pasado, la comunidad se reunió en el estacionamiento de la parroquia para despedir al P. Dennis Walsh en un evento lleno de emociones. La despedida fue un reflejo del amor y la gratitud que todos los feligreses sienten por su párroco.

"Hubo música, comida, y muchos abrazos y lágrimas", explicó Antonio. "Todos querían darle las gracias. Verlo partir fue difícil, pero sabemos que los planes de Dios son perfectos. Fue un día lleno de sentimientos encontrados, pero también de esperanza para el futuro."

“El P. Dennis Walsh deja un legado inmenso para nuestra comunidad, uno que nos inspira a seguir luchando por lo que él más deseaba para nosotros: la santidad”.

La partida del P. Dennis Walsh deja un vacío en la comunidad, pero también un legado poderoso que la parroquia está decidida a honrar. "Los cambios siempre son difíciles", admitió Antonio, "pero tenemos la bendición de contar con otros sacerdotes de SOLT que continuarán con su obra. El legado del Padre Nicho está en cada ministerio, en cada persona que él ayudó a acercarse más a Dios."

“El P. Dennis Walsh ha dejado una huella profunda, siempre dispuesto a ayudar, especialmente en eventos en español y momentos de necesidad. Su disponibilidad y apoyo constante, junto con su contribución al programa ‘Revive’, han fortalecido nuestra fe y unidad. Su legado también incluye una especial dedicación a los jóvenes, inspirándolos a formarse y a involucrarse más en la fe católica”, reflexionó Carmen Muñoz.

Mientras la comunidad se prepara para recibir a un nuevo párroco, el espíritu del “Padre Nicho” seguirá presente en cada Misa, en cada retiro, y en cada actividad parroquial. "Nos inspiró a luchar por la santidad, y seguiremos adelante con la misión que él comenzó aquí en Detroit", aseguró Antonio.

Un sacerdote que marcó una comunidad

El P. Dennis Walsh logró ganarse el cariño y respeto de toda una comunidad a través de su dedicación, amor y servicio. Su impacto en la vida de cientos de personas en Detroit es un testimonio de su devoción y compromiso con su fe y con la gente a la que sirvió.

Su legado perdurará en los corazones de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo. Como dijo en su última Misa, “Mi deseo es algún día poderlos encontrar en el cielo.” Sus palabras resuenan con la esperanza de que su ejemplo y enseñanza continúen inspirando a las personas que tanto amó y sirvió.



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