Cuatro hombres serán ordenados diáconos permanentes en Detroit el 5 de octubre

De izquierda a derecha, Christopher Jaskowiec, de 62 años, de Dearborn Heights; Charles Robeck, de 51 años, de Farmington Hills; Mark Sienkowski, de 64 años, de Sterling Heights; y Arvin Stephenson, de 60 años, de New Baltimore. El sábado 5 de octubre a las 10 a.m., serán ordenados diáconos permanentes durante una Misa en la Cathedral of the Most Blessed Sacrament, presidida por el Arzobispo Allen H. Vigneron. (Fotos cortesía)

Chris Jaskowiec, Charlie Robeck, Mark Sienkowski y Arvin Stephenson serán ordenados diáconos por el arzobispo

DETROIT - Tras años de discernimiento, cuatro hombres serán ordenados diáconos permanentes el 5 de octubre en la Cathedral of the Most Blessed Sacrament.

El Arzobispo Allen H. Vigneron impondrá sus manos sobre las cabezas de Christopher Jaskowiec (62 años) de Dearborn Heights; Charles Robeck (51 años) de Farmington Hills; Mark Sienkowski (64 años) de Sterling Heights; y Arvin Stephenson (60 años) de New Baltimore. Serán ordenados para servir en el altar y en ministerios de la Iglesia. Durante la Misa de ordenación se anunciarán sus destinos parroquiales.

Las ordenaciones tendrán lugar durante la Misa de las 10 de la mañana, que será transmitida en vivo a través de la página de Facebook de la Arquidiócesis de Detroit.

Después de varios años de estudiar, discernir y rezar durante su carrera formación en el Sacred Heart Major Seminary en Detroit, los cuatro hombres entrarán en el diaconado. Antes de la Misa de ordenación, respondieron algunas preguntas sobre su vida.

A continuación, un poco más sobre ellos:

Christopher J. Jaskowiec

Christopher John Jaskowiec tiene 62 años y vive en Dearborn Heights. Es feligrés de la Cathedral of the Most Blessed Sacrament en Detroit, donde también trabaja a tiempo completo como administrador y coordinador de bodas.

Nació en Detroit y se graduó de la Bishop Borgess High School en 1980. Luego obtuvo títulos de grado en la University of Michigan y de posgrado en la University of Detroit-Mercy, en 1984 y 1989, respectivamente.

En 2015, durante un viaje a Tierra Santa, Jaskowiec sintió por primera vez el llamado al diaconado permanente. La experiencia de estar en los lugares de la Pasión de Jesús marcó profundamente su vida.

“Puse mi mano en el lugar donde nació nuestro Salvador y me arrodillé en el sitio donde se levantaba la cruz. Esto enriqueció profundamente mi fe”, explicó Jaskowiec. “Poco después de aquel viaje, sentí que el Señor me llamaba a servir en Su Iglesia. Empecé mis estudios en el seminario en 2019 y sigo sintiendo esa llamada del Señor. Es un honor saber que el Señor me eligió para servir”.

Jaskowiec realizó sus prácticas parroquiales en la St. Kateri Tekakwitha Parish en Dearborn, bajo la guía del P. Terry Kerner.

Durante su formación y en su trabajo en la catedral, ha tenido la oportunidad de trabajar en diversas áreas de la vida parroquial. Confía en que, una vez ordenado, podrá aportar un enfoque sacramental a su ministerio.

“Quiero servir al Señor donde Él me llame”, dijo Jaskowiec. “Durante mis años de formación, disfruté mucho trabajando con parejas jóvenes que se preparan para el matrimonio. También tuve la gracia de visitar a enfermos y llevarles la Eucaristía en el hospital. Cuando sirvo al Señor, recibo mucho a cambio. Espero con entusiasmo poder servir como diácono”.

En su tiempo libre, a Jaskowiec le gusta cocinar, la jardinería, remodelar su casa, viajar, hacer voluntariado y recibir a amigos en su hogar.

Charles (Charlie) M. Robeck

Charles (Charlie) Martin Robeck tiene 51 años y vive en Farmington Hills. Pertenece a la Our Lady of Sorrows Parish en Farmington. Está casado con Elaine (Fontenot) y tienen cuatro hijos: Connor, de 22 años, Aaron, de 20, Caleb, de 17, y Lily, de 17.

Robeck nació en Minneapolis (Minnesota) y se graduó en el St. Michael-Albertville High School en 1991. Más tarde obtuvo sus títulos en ingeniería mecánica en la University of Houston y la University of Texas. Actualmente, trabaja como ingeniero automotriz en Ford Motor Company.

Aunque el diaconado siempre estuvo presente en su mente, no fue hasta el otoño de 2018, mientras rezaba en la capilla del Sacred Heart Major Seminary, cuando sintió claramente que Dios lo estaba llamando a seguir ese camino.

“Estaba rezando en la capilla del seminario y no sabía cómo se desarrollarían las cosas, pero de repente sentí que tenía que confiar en Dios”, dijo Robeck. Ahora que falta poco para mi ordenación, siento algo parecido. No sé exactamente cómo será mi ministerio, pero confío en que Dios me guiará para servir de la mejor manera a Su pueblo”.

Robeck hizo sus prácticas parroquiales en la St. Fabian Parish en Farmington Hills bajo la guía de Mons. Timothy Hogan y el Diácono Perry Clark. Durante ese tiempo, sirvió en funciones litúrgicas, así como en bancos de alimentos, ministerio hospitalario y evangelización. Antes de eso, trabajó en ministerios provida y servicios para personas mayores, así como en grupos de reflexión sobre la fe.

"Me gusta mucho cómo el Diácono William Ditewig describe el ministerio diaconal: dice que el diácono es como un puente entre 'el Evangelio que se proclama y el Evangelio que se vive'", comentó Robeck. “Como diácono, proclamamos el Evangelio con nuestras palabras en la Misa, pero también lo hacemos con nuestras acciones, sirviendo en el mundo.”

En su tiempo libre, a Robeck le gusta acampar, hacer senderismo, practicar kayak y canotaje, andar en moto y hacer barbacoas.

Mark Sienkowski

Mark Sienkowski tiene 64 años y vive en Sterling Heights. Es feligrés de la St. Lawrence Parish en Utica. Está casado con Carol (Schultz) y tienen tres hijos adultos: Bryan (Lindzy), de 37 años, Laura (Zach), de 35, y Justin, de 30. Además, tienen cuatro nietos.

Nació en Dearborn y se graduó en 1978 de la Henry Ford II High School en Sterling Heights. Obtuvo una licenciatura en informática en la University of Michigany y una maestría en estudios pastorales en el Sacred Heart Major Seminary en Detroit. Hace poco se jubiló de Mercedes Benz Financial, donde trabajó como analista de sistemas.

El deseo de Sienkowski de evangelizar lo llevó a iniciar su camino hacia el diaconado, inspirado por un encuentro con St. Paul Street Evangelization.

“Descubrí uno de sus folletos mientras asistía a una conferencia de apologética católica. Leerlo me llevó a explorar sus materiales de formación en su sitio web, y ahí me di cuenta de que no se trata de debatir para convencer a otros, sino de acompañarlos en su proceso de fe”, cuenta Sienkowski. “Después, al asistir a algunas de sus capacitaciones, conocí a muchas personas llenas del Espíritu Santo. Eso me llevó a profundizar mi relación con el Espíritu, quien me animó a salir de mi zona de confort y compartir mi fe con más confianza”.

“En ese tiempo también se publicó “Unleash the Gospel”, lo que reforzó mi decisión de entregarme por completo”, añadió Sienkowski. “Si bien St. Paul Street se enfoca en llevar el mensaje fuera de la iglesia, el Espíritu Santo me hizo ver que también es necesario evangelizar desde dentro. Ese deseo de formar discípulos comprometidos en la Iglesia fue lo que me impulsó a seguir el camino del diaconado”.

Sienkowski, miembro de St. Paul Street Evangelization y de los Caballeros de Colón, completó su pasantía parroquial en la St. Therese of Lisieux Parish en Shelby Township bajo la guía de Mons. John Kasza y el Diácono Greg Willoughby. Durante su formación, sirvió en refugios para personas sin hogar, cárceles, asilos y hospitales.

"El ministerio comienza con el simple hecho de estar presente y disponible para los demás”, dijo Sienkowski. “No es algo complicado, pero requiere estar dispuesto a decir sí y ayudar a quienes lo necesitan. Se trata de tener humildad y disposición para servir a los más vulnerables. Todo comienza manteniendo la mirada en la cruz. Jesús dio su vida por nosotros. ¿Estamos dispuestos a renunciar a nuestros propios intereses y ambiciones para imitar a Cristo y servir a su pueblo?”

En su tiempo libre, a Sienkowski le gusta leer, andar en bicicleta, visitar iglesias y santuarios, jugar al golf, ver a los Detroit Lions y pasar tiempo con su familia.

Arvin L. Stephenson

Arvin Lee Stephenson tiene 60 años y vive en New Baltimore. Es miembro de la St. Paul of Tarsus Parish, en Clinton Township. Está casado con Pamela (Rasmussen) y tienen dos hijos adultos: Benjamin, de 29 años, y Sabrina, de 25.

Nació en Detroit y se graduó en 1981 en el Henry Ford II High School en Sterling Heights. Estudió en el Macomb Community College y en la Lawrence Technological University. Además, completó una maestría en ministerio pastoral en el Sacred Heart Major Seminary. Actualmente trabaja como arquitecto para TMP Architecture, Inc.

Stephenson se convirtió al catolicismo en 2013, lo que también marcó el inicio de su camino hacia el diaconado. Tras años de asistir a Misa y colaborar como voluntario en la parroquia de su esposa, comenzó a "descubrir la belleza y la profundidad de las enseñanzas de la Iglesia, sus sacramentos y su comunidad, que no solo enriquecieron mi fe, sino que también añadieron una nueva dimensión a mi espiritualidad”.

Un día, mientras trabajaba, sintió una "voz interna que me decía que era el momento de dar el paso”.

Después de unirse al programa de RICA, Stephenson fue recibido en la Iglesia durante la Vigilia Pascual de 2014. A finales de ese mismo año, a un familiar cercano le diagnosticaron una enfermedad crónica, un momento que lo llevó a reflexionar profundamente.

“El Espíritu Santo sabía que necesitaría la fortaleza de la Iglesia, la gracia de los sacramentos y una relación más cercana e íntima con Jesús para tener la fuerza necesaria, no solo para mí, sino también para mi familia, y para afrontar los momentos difíciles que estaban por venir. Lo único que tenía que hacer era decirle que sí a su invitación,” comentó Stephenson.

A medida que seguía involucrado en la vida parroquial, Stephenson disfrutaba profundizando en su vida de oración y participando activamente en diversos ministerios parroquiales y en los Caballeros de Colón, pero confesó que “sentía que algo faltaba”. Con el tiempo, se dio cuenta de que esa inquietud era el llamado del Señor a considerar el diaconado.

“La conversión y el discernimiento que comenzaron en mí en 2013, cuando dije que sí, han ido madurando con la oración, el estudio de las Escrituras, el servicio a la comunidad, escuchar al Espíritu Santo y confiar en el Señor,” explicó Stephenson. “Estoy agradecido por todo lo que Él me ha dado y por la paz que siente mi familia.”

Stephenson hizo sus prácticas parroquiales en la Our Lady on the River Parish en Marine City, bajo la guía del P. John Dumas y el Diácono Michael Oldani. Durante su servicio, colaboró en el ministerio funerario, en residencias asistidas, en la Cocina de los Capuchinos, el Monasterio de San Buenaventura y el ministerio para presos.

Stephenson dijo que espera con entusiasmo el ministerio diaconal, en el que busca imitar el amor desinteresado de Jesús.

“Todo ministerio debería estar fundamentado en la Trinidad,” dijo Stephenson. “El amor, el sacrificio y el servicio son el corazón del ministerio, acercando a las personas al amor que es Dios, en ti mismo, en tu familia y en los demás”.

En su tiempo libre, a Stephenson le gusta remodelar su hogar, dibujar, estudiar arquitectura eclesiástica, bailar con su esposa y pasar tiempo en familia.



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