El Papa en la Misa del Día de los Fieles Difuntos: “Todos daremos un último paso”

El Papa Francisco presidió este martes 2 de noviembre la Misa de la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos en el Cementerio Militar Francés de Roma, donde se encuentran las tumbas de numerosos soldados franceses que lucharon en las Guerras Mundiales.

En su homilía, el Pontífice recordó que “todos daremos un último paso” y subrayó que “lo importante es que ese último paso nos encuentre en camino”.

El Santo Padre reflexionó sobre un escrito que encontró en una ocasión a la puerta de un pequeño cementerio: “Tú que pasas, para el paso y piensa, de tus pasos, en el último paso”.

En ese sentido, Francisco señaló que “la vida es camino, todos nosotros estamos en camino. Todos nosotros, si queremos hacer algo en la vida, tenemos que estar en camino, que no es un paseo ni un laberinto. No, es un camino”.

“En el camino nosotros pasamos delante de muchos, de muchos hechos históricos, delante de muchas situaciones difíciles. Y también delante de los cementerios, y el consejo de este cementerio es: ‘Tú que pasas, para el paso y piensa, de tus pasos, en el último paso’”.

“Todos daremos un último paso. Y alguno podría decirme: ‘Padre, no sea así, luctuoso, no sea trágico’. Pero es la verdad. Lo importante es que ese último paso nos encuentre en camino, no dando una vuelta, de paseo, sino, en el camino de la vida, y no en un laberinto sin fin. Estar en camino para que el último paso nos encuentre caminando. Este es el primer pensamiento que, diría, me viene al corazón”.

Por otra parte, el Papa hizo una segunda reflexión sobre una de las tumbas que encontró en el Cementerio Militar Francés y junto a la que se detuvo a rezar unos instantes antes de dar comienzo la Misa.

“Me he detenido delante de una tumba. Allí. ‘Desconocido. Muerto por Francia (((XXX)))’. Ni siquiera el nombre. En el corazón de Dios está el nombre de todos nosotros. Pero esta es la tragedia de la guerra”.

El Papa lamentó que “esta gente buena, murió en la guerra. Murió porque fue llamada a defender la patria, a defender valores, a defender ideales. Y, otras muchas veces, a defender situaciones políticas tristes y lamentables. Son víctimas, víctimas de la guerra que se come a los hijos de la patria”.

“Estoy seguro de que todos estos que han ido de buena voluntad, llamados por la patria para defenderla, están con el Señor. Pero nosotros, que estamos en camino, ¿luchamos lo suficiente para que no haya guerras? ¿Para que no haya economías de países fortificadas por la industria de las armas?”.

Estas tumbas, finalizó el Papa, “algunas tienen nombre, otros no, pero estas tumbas son un mensaje de paz. Deteneos, hermanos y hermanas, deteneos. Deteneos, fabricantes de armas, deteneos”.



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