DETROIT - Durante 16 años, el Arzobispo Allen H. Vigneron se ha encargado de enseñar, santificar y guiar a los fieles de la Arquidiócesis de Detroit.
Desde el momento en que asumió su cátedra en la Cathedral of the Most Blessed Sacrament el 28 de enero de 2009 hasta el anuncio de su retiro el 11 de febrero de 2025, el arzobispo nacido en Anchorville ha conducido a su arquidiócesis natal hacia una Iglesia más evangelizadora y enfocada en el pueblo.
Curiosamente, el punto medio de su episcopado —el 4 de febrero de 2017— coincide con dos hitos clave de su ministerio en Detroit: el Sínodo 16 y su posterior carta pastoral, Unleash the Gospel.
La reunión arquidiocesana, que tuvo lugar del 18 al 20 de noviembre de 2016, fue la culminación de un Año de Oración por un Nuevo Pentecostés en la Arquidiócesis de Detroit, y la fuente de inspiración de “Unleash the Gospel”, publicada en la Vigilia de Pentecostés, el 3 de junio de 2017, como una hoja de ruta para convertir a la Arquidiócesis de Detroit en una “comunidad de discípulos misioneros alegres”.
Construir la Iglesia doméstica
Unleash the Gospel llamó a cada parroquia, escuela y ministerio dentro de la Arquidiócesis de Detroit a dejar de centrarse en el mantenimiento de sus estructuras para enfocarse en la misión.
Durante años, la Iglesia del sureste de Michigan se apoyó en instituciones y normas culturales para predicar el Evangelio a generaciones de católicos. Sin embargo, en esta nueva era apostólica, era necesario que la Iglesia reexaminara sus estructuras, prácticas y modo de pensar para evangelizar un mundo cada vez más secular, escribió el Arzobispo Vigneron en su carta pastoral.
“Pienso que a partir del Sínodo 16 y de Unleash the Gospel, la Iglesia se ha centrado en nuestros buenos y malos hábitos”, dijo el P. Mario Amore, director del Departamento de Evangelización y Discipulado Misionero de la Arquidiócesis de Detroit, a Detroit Catholic. “Nos hizo reflexionar sobre la necesidad de dejar atrás la mentalidad del statu quo y encontrar nuevas formas de acompañar a otros en su camino de discipulado, ofreciendo más puntos de entrada accesibles, actividades que simplemente acerquen a las personas en la comunidad y les muestren lo que es el Evangelio”.
“Unleash the Gospel ha desafiado a las parroquias a repensar su forma de interactuar con el mundo”, señaló el P. Amore. “No debemos pensar que la gente llegará a la Iglesia por su cuenta, sino más bien, que la Iglesia debe salir a evangelizar el mundo”.
La Oficina de Evangelización y Discipulado Misionero ha trabajado con las parroquias para ofrecer ministerios y talleres relacionados con la preparación matrimonial y la planificación familiar natural, la sanación después del divorcio con Life Giving Wounds, las familias con miembros que experimentan atracción hacia el mismo sexo y disforia de género, e incluso aquellos que sufren el dolor de la pérdida de un bebé o de un embarazo.
El departamento creó una oficina dedicada a la evangelización familiar y a las formas en que las familias podrían fortalecer la iglesia doméstica, lo que fue una respuesta directa a las acciones prescritas en Unleash the Gospel, explicó Nicole Joyce, subdirectora del Departamento de Evangelización y Discipulado Misionero.
Una de las iniciativas más destacadas desde el Sínodo 16 y Unleash the Gospel ha sido el llamado a recuperar los domingos, el día del Señor, como un día de oración y tiempo en familia.
Joyce explicó que el éxito de la iniciativa 52 Sundays de la arquidiócesis, presentada en 2019, ha trascendido incluso las fronteras de la arquidiócesis e inspirado recursos en línea para acompañar a las familias necesitadas.
“Hemos visto que otras diócesis están usando 52 Sundays para fomentar el crecimiento de la iglesia doméstica como parte de la iglesia universal”, dijo Joyce. “Otro recurso, CompassforParents.org, creado en respuesta al llamado del arzobispo para que apoyemos mejor a las familias en crisis, ofrece recursos y ayuda para padres que enfrentan situaciones difíciles y reales, como el acoso escolar, la adicción, la seguridad en internet y otros ataques a la iglesia doméstica.”
Fortaleciendo las parroquias y las escuelas
Quizás el mayor cambio estructural en la Arquidiócesis de Detroit desde el Sínodo 16 y Unleash the Gospel ha sido la introducción de las Familias de Parroquias.
Aunque las parroquias en la arquidiócesis mantienen su identidad canónica individual, los nuevos grupos —introducidos en 2020 durante la pandemia de COVID-19— permiten que las comunidades católicas del sureste de Michigan compartan mejor los recursos y el personal para centrarse de manera más efectiva en el ministerio y la misión.
La transformación llega mientras la arquidiócesis —como muchas otras en el país— experimenta una disminución y envejecimiento del presbiterado, con más y más tareas asignadas a los sacerdotes que los alejan del ministerio directo.
Mons. Charles Kosanke, rector de la Basilica of Ste. Anne y Most Holy Trinity Parish en Detroit y moderador de la Región Central de la arquidiócesis, dijo que las Familias de Parroquias son una forma de ayudar a los sacerdotes a recuperar el tiempo que pasan en tareas administrativas para poder dedicar más tiempo a la evangelización directa y la misión.
“Uno de los principales objetivos del arzobispo Vigneron para las Familias de Parroquias es el florecimiento y la salud de los sacerdotes”, dijo Monseñor Kosanke, quien en febrero fue nombrado director interino del nuevo Departamento de Renovación Parroquial de la arquidiócesis. “El arzobispo reconoció que cada año tenemos menos sacerdotes, lo que significa más trabajo. Las Familias de Parroquias son una forma para que los sacerdotes no solo trabajen juntos, sino que se apoyen mutuamente. No ha sido perfecto de ninguna manera, pero es una forma de ayudar a los sacerdotes a evitar el agotamiento, a estar saludables física, emocional y espiritualmente.”
En la preparación para el Sínodo 16, la Arquidiócesis de Detroit organizó la Conferencia Amazing Parish en el Renaissance Center de Detroit para analizar cómo las parroquias pueden convertirse en puntos focales de evangelización, y misiones como la ACTS XXIX, con sede en Detroit, se han centrado en lo que constituye sacerdotes, parroquias y ministerios saludables, los cuales los católicos encontrarán atractivos, de apoyo y acogedores.
La transformación también ha impactado a las escuelas católicas.
Las escuelas parroquiales tienen una larga y orgullosa historia en la Arquidiócesis de Detroit, pero el futuro de la educación católica en el sureste de Michigan depende de que las escuelas católicas se conviertan en "la responsabilidad de todas las parroquias y de todos los fieles de Cristo", escribió el Arzobispo Vigneron en Unleash the Gospel, asegurando que las escuelas no solo sean académicamente excelentes, sino también formadoras de discípulos e incubadoras de los santos del mañana.
Eric Haley, superintendente de escuelas católicas de la Arquidiócesis de Detroit, dijo que el arzobispo ha subrayado constantemente que el propósito principal de las escuelas católicas es evangelizar.
“Definitivamente hemos tomado medidas para hacer de nuestra identidad católica una prioridad en nuestras escuelas; no puede ser solo la cereza del pastel, como el arzobispo mencionó recientemente durante nuestra Misa de la Semana de las Escuelas Católicas (el 30 de enero)”, dijo Haley. “Desde el sínodo, en toda nuestra arquidiócesis hemos sido más intencionales acerca de la misión detrás de nuestras escuelas y nuestro papel en la creación de discípulos de por vida”.
Entidades como el Consejo de Escuelas Católicas y los esfuerzos para establecer diversas becas, subvenciones y dotaciones basadas en las escuelas, incluidos mayores apoyos para la inclusión en educación especial, han permitido que las escuelas creen y ejecuten planes para avanzar hacia un futuro próspero y financieramente estable.
Haley señaló que el Departamento de Escuelas Católicas ha avanzado en la visión del Arzobispo Vigneron para la educación católica, y que el trabajo no ha terminado. Ha sido una bendición, agregó Haley, contar con un arzobispo que ve claramente que la salud y vitalidad de las escuelas católicas es una parte integral de la renovación de la Iglesia.
“El Arzobispo Vigneron ha sido un gran apoyo para las escuelas católicas durante su tiempo como arzobispo de Detroit”, dijo Haley. “Es alguien que ve a las escuelas como una parte importante de la misión de la Iglesia universal, y eso es algo que no ha tenido miedo de decir una y otra vez. Creo que la gente recordará su amor por nuestras escuelas y su apoyo como un defensor de la educación católica.”
Una cultura de caridad que transforma vidas Desde los primeros días de la Iglesia, la comunidad cristiana ha estado centrada en la caridad.
Los Hechos de los Apóstoles narran cómo los primeros discípulos de Cristo pusieron a un lado sus bienes para el beneficio de los pobres, y a lo largo de los siglos, la Iglesia ha sido un refugio para los desesperados y los desposeídos.
Pero más allá de los actos de misericordia, el Arzobispo Vigneron dejó claro que la caridad cristiana está entrelazada con la evangelización, y cómo los bienes materiales entregados a los pobres no se comparan con el amor y el reconocimiento de que cada persona es un hijo o hija amada de Dios, según indicó Paul Propson, director ejecutivo de Caridades Católicas del Sureste de Michigan, el brazo de servicios caritativos de la Arquidiócesis de Detroit.
“El arzobispo realmente pone el enfoque en las obras de caridad de la Iglesia en ‘Unleash the Gospel,’ y habló sobre esto en nuestra última reunión de la junta”, dijo Propson. “Él dijo que los católicos en todo el mundo han desarrollado estos programas increíbles — y debemos continuar con estos programas — pero existe una tendencia a que el trabajo caritativo se separe de nuestro llamado principal de difundir el Evangelio.”
Como arzobispo de Detroit, el Arzobispo Vigneron es presidente de la junta directiva de Caridades Católicas del Sureste de Michigan, que en 2011 se unió en una sola agencia a partir de cinco entidades de servicios sociales basadas en condados.
Desde entonces, Catholic Charities del Sureste de Michigan ha ampliado sus servicios en toda la Arquidiócesis de Detroit, incluyendo el Centro para las Obras de Misericordia en Woodward Avenue en Detroit, La Casa Amiga en Pontiac y el Centro de Esperanza San José en Monroe.
El arzobispo Vigneron realizó frecuentes visitas a la despensa de alimentos All Saints Soup Kitchen —ahora ubicada en Wagner Street en Detroit— y apoyó iniciativas como Mary’s Mantle, un hogar católico para mujeres embarazadas en Southfield, y Walking with Moms in Need, una iniciativa para crear una red de recursos provida para mujeres y familias.
Unleash the Gospel destacó la caridad en forma de “hospitalidad radical”, llegando a las personas de manera que el amor de Jesucristo se manifieste a través de la palabra y la acción en los ministerios de toda la arquidiócesis.
Deo Gratias Ministries, ubicado en Seven Mile y Redmond en Detroit, se formó en 2018 como una organización que responde al llamado de Unleash the Gospel de salir y transformar un vecindario mediante esta hospitalidad radical.
Este ministerio, con sede en la parroquia St. Jude en Detroit, ofrece una variedad de servicios a la comunidad, incluyendo una despensa de alimentos, acceso a trabajadores sociales, programas de tutoría y GED, así como un programa de arte para fomentar el desarrollo humano.
Además, el ministerio opera un café para crear un espacio de socialización y comunidad, explicó la Hna. Felicity Marie Madigan, CSSF, codirectora de Deo Gratias Ministries, ya que Unleash the Gospel enfatiza que la caridad cristiana se fundamenta en ver a Cristo en cada persona.
“Nuestro trabajo está arraigado en la evangelización a través de la hospitalidad radical que el Arzobispo Vigneron nos pide cuando dice que debemos ser discípulos misioneros”, afirmó la Hna. Madigan. “Nuestro café fomenta un sentido de comunidad cuando las personas entran en nuestro edificio. Son recibidas con sonrisas, las llamamos por su nombre, les mostramos compasión y las conocemos como seres humanos. La evangelización —la auténtica evangelización a la que nos llama el arzobispo— ocurre cuando desarrollamos amistades genuinas con aquellos a quienes servimos. Cuando satisfacemos sus necesidades y nos preguntan: ‘¿Por qué hacemos esto? ¿Por qué estamos alegres?’, podemos responder: ‘Porque conocemos a Jesús’”.
Llevar el Evangelio a todos, en todas partes
Si "Unleash the Gospel" se trata de algo, es de evangelización: proclamar la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo, y cómo su victoria sobre la tumba ha ganado la vida eterna para quienes creen en Él.
Desde que el arzobispo Vigneron pidió a la Arquidiócesis de Detroit orar por un nuevo Pentecostés en 2015, esta ha sido la prioridad de la Iglesia local.
En esencia, ha dicho el arzobispo, la evangelización no se trata de un programa o iniciativa en particular, sino de un “encuentro personal”, un movimiento que impregna la cultura y transforma a quienes participan en él.
Desde el Sínodo 16, diversos grupos y misiones han surgido en la Arquidiócesis de Detroit —desde los eventos "Come, Encounter Christ", que ofrecían predicación dinámica, música y adoración eucarística en parroquias, hasta programas más recientes como "I AM HERE", diseñado para promover la devoción eucarística personal en preparación para el Congreso Eucarístico Nacional de 2024.
Pero el mensaje principal de Unleash the Gospel es que la Iglesia no puede simplemente esperar a que la gente entre. Más bien, el pueblo de Dios debe predicar el Evangelio dondequiera que esté.
Han surgido apostolados como Young Catholic Professionals, Detroit Catholic Campus Ministry y UTG at Work para ayudar a los fieles a llevar a cabo con confianza su misión apostólica de anunciar a Cristo, sin importar su estado de vida.
El diácono Mike Houghton, director ejecutivo de UTG at Work, explicó que este apostolado busca que los laicos sean testigos más efectivos de Cristo en su entorno laboral.
“Si podemos devolver la esperanza al lugar de trabajo, compartiendo quiénes somos como pueblo de Dios, como hijos de Nuestra Señora, podemos evangelizar a quienes nos rodean y despertar en ellos el deseo de saber por qué tenemos tanta esperanza”, dijo el diácono Houghton. “Queremos ayudarles a conocer al Señor Jesucristo y a descubrir que tiene la salvación para cada uno de nosotros. Cuando hacemos esto, la gente no puede evitar sentirse atraída por nuestra esperanza y desearla también para sí mismos”.
No es casualidad que Unleash the Gospel haya encendido la llama de la evangelización en Detroit, la ciudad más grande del país con mayoría de población minoritaria.
La carta pastoral subraya cómo el Evangelio enriquece todas las culturas y cómo, en Detroit en particular, es esencial que las voces diversas, especialmente las de los católicos hispanos y afroamericanos, contribuyan a la renovación de la Iglesia.
Vickie Figueroa, directora asociada de ministerios culturales y coordinadora del ministerio católico afroamericano en la Arquidiócesis de Detroit, atribuye a Unleash the Gospel el impulso para que el Sacred Heart Major Seminary en Detroit desarrolle programas y estrategias que integren la cultura afroamericana en la formación seminarística y fomenten la preparación de sacerdotes y seminaristas con sensibilidad cultural.
Figueroa señaló que iniciativas recientes, como la Jazz Mass anual y el concierto de coro góspel Songs of Freedom, elevan las voces de los católicos afroamericanos y muestran a personas de todas las etnias que la Iglesia católica es verdaderamente universal.
“Creo que el Sínodo 16 ha abierto la puerta a que las personas estén más dispuestas a conocer culturas distintas a la suya, reconociendo que Dios creó todas las culturas y nos colocó en diferentes partes del mundo”, dijo Figueroa. “Nos hemos reunido como el cuerpo de Cristo, y aunque hablemos diferentes idiomas, como ocurrió en el día de Pentecostés, aún podemos entendernos, porque todos hablamos del único Dios verdadero”.
Atraer más trabajadores a la viña
Unleash the Gospel enfatiza que todos tienen la vocación de evangelizar, pero en la Arquidiócesis de Detroit se han emprendido iniciativas concretas para fomentar una cultura de discernimiento y vocaciones religiosas en el sureste de Michigan.
Desde el Sínodo 16, la Arquidiócesis de Detroit ha vivido un Año de Oración por las Vocaciones Sacerdotales, ha renovado sus esfuerzos en el discernimiento vocacional —incluyendo una nueva plataforma de contenido y el pódcast Men of the Hearts— y ha trabajado para hacer que la vocación sacerdotal sea más accesible para quienes sienten el llamado.
La carta pastoral pidió nuevas formas audaces de compartir testimonios sobre la vida religiosa, instando a todos los católicos —laicos y ordenados— a promover las vocaciones al sacerdocio, al diaconado, a la vida consagrada y al matrimonio.
El P. Craig Giera, director de vocaciones sacerdotales de la Arquidiócesis de Detroit, destacó que algunos de los fines de semana de discernimiento más impactantes y exitosos en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón han ocurrido cuando el arzobispo Vigneron ha compartido su propio testimonio vocacional.
“El arzobispo es muy cercano en todo lo que hace con los seminaristas o incluso con los jóvenes que asisten a un fin de semana de discernimiento”, dijo el P. Giera. “Casi en cada fin de semana de discernimiento, él se toma un tiempo para hablar con todos los participantes, sin importar si son tres o diez. Siempre viene y comparte su propia experiencia de discernimiento, y cada vez es algo muy impactante; los jóvenes se sienten conmovidos cuando nos acompaña en la oración vespertina”.
A lo largo de los años, el Arzobispo Vigneron ha invitado a diversas comunidades religiosas a la Arquidiócesis de Detroit para servir en escuelas y parroquias, como la Society of Our Lady of the Most Holy Trinity, que tiene presencia en la parroquia y escuela Holy Redeemer en el suroeste de Detroit, y las Hermanas Dominicas de María, Madre de la Eucaristía, que sirven en la escuela St. Isaac Jogues en St. Clair Shores.
Otras comunidades religiosas que han llegado a la Arquidiócesis de Detroit durante el episcopado del arzobispo Vigneron incluyen el Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote, invitado a hacerse cargo de lo que hoy es el Santuario de San José, una parroquia personal que celebra la Misa tradicional en latín según el Misal de 1962, y los Frailes Franciscanos del Espíritu Santo, quienes administran la parroquia St. Mary of Redford en Detroit mientras sus miembros en formación estudian en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón.
Los obispos de todo el país continúan enviando a sus seminaristas al Sacred Heart, que se ha revitalizado con la introducción del innovador programa de Licenciatura en Teología en la nueva evangelización, el cual incluye un programa de cuatro años a tiempo completo con residencia de verano y cursos en línea.
“La razón por la que cambiamos (para comenzar a ofrecer un formato en línea) es que cada vez más obispos tenían interés en enviar a sus sacerdotes al programa, pero no podían permitirse dejar que sus sacerdotes se ausentaran dos años para estudiar para una licenciatura”, dijo el P. Tim Laboe, decano de estudios del Sacred Heart Major Seminary.
“El Arzobispo Vigneron es un académico de corazón”, agregó el P. Laboe. “Ayudó mucho saber que el principal pastor de la arquidiócesis hablaba el idioma de la educación superior. Siempre estuvo interesado en la excelencia educativa y sabía que el Sacred Heart Major Seminary tenía un papel vital que desempeñar en la preparación de personas para la nueva evangelización”.
El P. Richard Cassidy, profesor de Sagrada Escritura en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón, añadió que el "tremendo compromiso con la erudición" del Arzobispo Vigneron ha convertido al Sacred Heart Major Seminary en uno de los mejores seminarios del país.
“Como resultado de sus propios estudios doctrinales, ha sido fundamental en la elaboración de un programa teológicamente coherente para la Arquidiócesis de Detroit", dijo el P. Cassidy a Detroit Catholic. "Lo hizo como rector del seminario y como obispo auxiliar, pero como el ordinario de la diócesis, él establece el programa. Conoce bien las Escrituras, conoce bien la teología dogmática y conoce bien la teología pastoral. Cuando unes esos tres elementos, eso es coherencia teológica”.
Alcanzando el espacio digital
Unleash the Gospel enfatiza que la Iglesia debe salir al espacio público para predicar el Evangelio. En el siglo XXI, ese espacio público está cada vez más convirtiéndose en el espacio digital.
A raíz del Sínodo 16, que pidió una renovación en los esfuerzos de comunicación de la Arquidiócesis de Detroit, la carta pastoral presentó una visión para "métodos y herramientas creativas y receptivas en todos los ámbitos" con el fin de adaptarse mejor a una Iglesia centrada en la misión.
Una parte audaz de esa estrategia incluyó una reinvención de las operaciones de noticias de la arquidiócesis, con el cierre de The Michigan Catholic, el periódico impreso quincenal de la arquidiócesis fundado en 1872, y el lanzamiento de su sucesor digital, Detroit Catholic, en 2018. La estrategia, que pedía una cobertura católica local diaria lista para responder en un ciclo de noticias 24/7, así como contenido multimedia diseñado para atraer a los consumidores de medios modernos, resultó ser la decisión correcta, con un aumento significativo en la lectura y el compromiso en todos los ámbitos.
En 2020, Detroit Catholic lanzó una publicación hermana en español, Detroit Catholic en Español, para servir al creciente número de católicos hispanos en la Arquidiócesis de Detroit.
Otros esfuerzos innovadores en comunicación incluyeron el lanzamiento de la marca de estilo de vida Unleash the Gospel, que presentó contenido atractivo y altamente diseñado centrado en la evangelización, la cultura y la apología, incluyendo artículos, videos, audios y redes sociales, así como contenido basado en texto y aplicaciones. De 2019 a 2022, estos esfuerzos incluyeron una revista con ilustraciones originales, fotografías y entrevistas con católicos locales e influyentes.
El Departamento de Comunicaciones de la arquidiócesis también lanzó una serie de podcasts, incluyendo Open Door Policy, Detroit Stories y Eyes on Jesus, con la participación del arzobispo Vigneron, mientras la arquidiócesis buscaba nuevas formas de llegar a los fieles más allá de la Misa dominical.
A través de tales esfuerzos, cientos de miles de católicos locales y no católicos han experimentado la bondad y misericordia de Dios de nuevas maneras, dijo Michael Stechschulte, editor en jefe de Detroit Catholic.
“La previsión del Arzobispo Vigneron al construir un modelo de comunicación digital para el siglo XXI ha sido un éxito rotundo, llevando el Evangelio a los espacios donde hoy en día se desarrollan las conversaciones”, dijo Stechschulte. “Hemos visto un crecimiento real en la participación, la lectura y — lo más importante — almas que llegan a conocer a Cristo a través de Su Iglesia gracias a estos esfuerzos.”
Otras iniciativas incluyeron la galardonada campaña I AM HERE, que destacó testimonios personales eucarísticos en preparación para el Congreso Eucarístico Nacional de 2024, una reestructuración de la Catholic Television Network of Detroit, así como la adición de transmisiones en vivo desde la Catedral del Santísimo Sacramento y cursos y documentales en video.
Señales de la gracia de Dios se esparcen en Detroit
El Arzobispo Vigneron ha descrito el trabajo del Sínodo 16 y Unleash the Gospel como el “trabajo de una generación”, un cambio de paradigma en la Arquidiócesis de Detroit cuyo verdadero impacto no se conocerá hasta dentro de décadas.
Sin embargo, los brotes de ese impacto comenzaron a surgir poco después del sínodo.
El primero, de hecho, ocurrió exactamente un año después de la apertura del sínodo, cuando decenas de miles de católicos se reunieron en Ford Field el 18 de noviembre de 2017 para celebrar la histórica beatificación del Beato Solanus Casey.
El Arzobispo Vigneron mencionaba con frecuencia al Beato Solanus en sus homilías, “agradeciendo a Dios de antemano” por las gracias que Él derramaría sobre la ciudad, y siempre estuvo dispuesto a apoyar a los franciscanos capuchinos en el Monasterio de San Bonaventura en cualquier capacidad que pudiera, dijo el Padre David Pruess, OFM Cap., ex director del Centro Solanus Casey y compañero de clase del Arzobispo Vigneron en la escuela secundaria Cardinal Mooney en el terreno del Sacred Heart Seminary.
"Desde el principio de su tiempo en Detroit, el Beato Solanus realmente se convirtió en parte de la vida de oración del Arzobispo Vigneron", dijo el P. David Pruess. "A menudo lo mencionaba en las homilías y pedía la intercesión del Beato Solanus siempre que había una necesidad especial en la arquidiócesis. El Beato Solanus se convirtió en una parte muy importante de la espiritualidad personal del Arzobispo Vigneron, y él veía al Beato Solanus como un bien espiritual para Detroit."
Otros bienes espirituales que llegaron a la arquidiócesis durante el episcopado del Arzobispo Vigneron incluyeron la designación de varios nuevos santuarios arquidiocesanos —incluyendo en la Capilla de Nuestra Señora de Fátima en Riverview, el Santuario de San Juan Pablo II en el campus de Orchard Lake Schools, el Santuario de Jesús, la Divina Misericordia en Clinton Township, el Santuario de San José en Detroit, y la reapertura de la Capilla de San José y el Santuario del Inmaculado Corazón de María en Pontiac— así como la transformación de la Catedral del Santísimo Sacramento en un "centro apostólico para las artes y la cultura".
Como señal de que el trabajo de la Iglesia en la Arquidiócesis de Detroit está en comunión con la Iglesia universal, el Papa Francisco elevó el estatus del National Shrine of the Little Flower en Royal Oak y de la Ste. Anne Parish en Detroit a basílicas menores en 2015 y 2020, respectivamente.
Mons. Charles Kosanke, rector de la Basilica of Ste. Anne, dijo que la elevación de esta histórica iglesia como la parroquia original y fundadora de la ciudad de Detroit es simbólica del cimiento de fe que el Arzobispo Vigneron dejará para la Arquidiócesis de Detroit.
“Cuando el Arzobispo Vigneron me pidió que viniera a Ste. Anne en abril de 2016, tenía esta visión de que el templo se convirtiera en un centro apostólico para la ciudad,” dijo Monseñor Kosanke. “Su visión era que esta iglesia — la iglesia fundadora de la Arquidiócesis de Detroit y realmente del estado de Michigan — fuera un verdadero centro apostólico, un faro de esperanza en la ciudad y un signo de la rica historia de nuestra iglesia y de que tenemos un futuro brillante.”
