Después de 40 años, el sueño de la Heart of Christ Clinic para mujeres del suroeste de Detroit está a punto de concretarse

Mons. Charles Kosanke, rector de la Basilica of Ste. Anne en Southwest Detroit, posa frente a la Heart of Christ Clinic, situada en el interior del antiguo convento de la basílica, en el suroeste de Detroit. El antiguo convento será ahora la sede de una clínica médica integral que atenderá no sólo las necesidades físicas de las mujeres sino también las espirituales, poniendo el foco en la dignidad de la persona. (Fotos de Gabriella Patti | Detroit Catholic)

El sueño de una cínica se hace realidad gracias a la colaboración de los Knights of Columbus, Catholic Charities y Ste. Anne, entre otros

DETROIT – Desde hace 40 años, Mike y Peggy O'Dea sueñan con una clínica católica en el corazón de Detroit. Gracias al Espíritu Santo, este sueño se hizo realidad en menos de dos años, y la clínica abrirá de manera provisional en octubre.

La Heart of Christ Clinic, una clínica integral para mujeres y niños situada en el antiguo convento de la Basilica of Ste. Anne, en el suroeste de Detroit, atenderá no sólo las necesidades físicas, sino también las espirituales, priorizando la dignidad de la persona.

La clínica es el resultado de una colaboración conjunta entre los O'Deas, su organización, Mother and Unborn Baby Care en Southfield y las organizaciones The Michigan State Council of the Knights of Columbus; Trinity Health; Ascension Health; la Christ Medicus Foundation; Order of Malta; Catholic Charities of Southeast Michigan; y la Basilica of Ste. Anne.

Sin embargo, la idea del proyecto comenzó hace más de cuatro décadas.

La nueva clínica (derecha), ubicada junto al salón parroquial de la basílica, se ha hecho realidad gracias a una serie de patrocinadores, como la Christ Medicus Foundation, the Knights of Columbus, Catholic Charities of Southeast Michigan, the Order of Malta, Trinity Health, Ascension Health, Mike y Peggy O'Dea, de Mother and Unborn Baby Care, entre otros.
La nueva clínica (derecha), ubicada junto al salón parroquial de la basílica, se ha hecho realidad gracias a una serie de patrocinadores, como la Christ Medicus Foundation, the Knights of Columbus, Catholic Charities of Southeast Michigan, the Order of Malta, Trinity Health, Ascension Health, Mike y Peggy O'Dea, de Mother and Unborn Baby Care, entre otros.

"Peggy y yo estuvimos casados durante siete años, y, aunque no pudimos tener hijos, nos apoyamos mucho en nuestra fe. Un día, el Señor le habló a Peggy, y ella nos dijo: 'Debemos ayudar a las madres embarazadas'", explicó Mike O'Dea a Detroit Catholic.

Los O'Deas empezaron a trabajar con madres embarazadas, pero pronto se dieron cuenta de que, en muchos casos, las mujeres necesitaban más servicios de los que ellos podían prestarles. En situaciones de crisis, a muchas de estas mujeres se les ofrecía el aborto como única opción, en lugar de brindarles el apoyo y los recursos necesarios para que pudieran conservar a sus bebés.

En 1984, la pareja fundó Mother and Unborn Baby Care en Southfield, un centro provida de recursos para embarazadas, que ofrece asesorías, artículos para bebés y recomendaciones para recibir atención médica, alojamiento y servicios de adopción. Pero la necesidad de contar con servicios médicos era evidente.

"Queríamos asegurarnos de que fueran tratadas con la dignidad que se merecen", afirmó Mike O'Dea. "Muchas de estas mujeres y niñas se encontraban atravesando dificultades, por lo que tenían que contar con alguien que fuera realmente compasivo y cariñoso. Siempre soñamos que podríamos tener una clínica que pusiera la salud y el bienestar de estas madres y sus hijos en primer lugar, en vez de presentarles al aborto como la única solución posible".

Los O'Dea rezaron durante 40 años. En ese tiempo, adoptaron a cinco niños y dieron a luz a dos hijos biológicos, después de años de que les dijeran que era imposible. Luego, en una misa en Ste. Anne en enero de 2022, todo comenzó a acomodarse y cobrar sentido.

Mons. Chuck Kosanke recuerda su homilía en la Misa de aquel día. Habló sobre la necesidad de actuar cuando se trata de estar a favor de la vida; dijo que los católicos no pueden limitarse a decir que están a favor de la vida; tienen que actuar en consecuencia.

Mike y Peggy O'Dea, que en 1984 fundaron Mother and Unborn Baby Care, un centro pro-vida de recursos para embarazadas en Southfield, dijeron que siempre habían soñado con abrir una clínica integral para brindar a mujeres, niños y personas desfavorecidas una atención médica digna en un entorno pro-vida y centrado en Cristo. (Foto cortesía de la Christ Medicus Foundation)
Mike y Peggy O'Dea, que en 1984 fundaron Mother and Unborn Baby Care, un centro pro-vida de recursos para embarazadas en Southfield, dijeron que siempre habían soñado con abrir una clínica integral para brindar a mujeres, niños y personas desfavorecidas una atención médica digna en un entorno pro-vida y centrado en Cristo. (Foto cortesía de la Christ Medicus Foundation)

"Mike O'Dea se me acercó después de la Misa y me dijo: 'Hace tiempo que quiero hacer una clínica; quiero ver qué podemos hacer para lograrlo'", explicó a Detroit Catholic Mons. Kosanke, rector de la basílica. "Después de la Misa, el Dr. Thomas Meyer (ginecólogo obstetra) se me acercó y me dijo: 'Estoy a punto de jubilarme, y me gustaría poder hacer algo por este esfuerzo (provida)'".

El antiguo convento de Ste. Anne había sido renovado recientemente gracias a una persona que donó 1,6 millones de dólares para que el lugar fuera un edificio residencial para madres y niños. Sin embargo, a causa de la pandemia, el proyecto nunca se concretó.

"La esposa del donante me dijo: 'Nos gustaría mucho que el convento se utilizara para algún fin provida'", explicó Mons. Kosanke. "En aquel momento, no estaba seguro de cuál iba a ser, pero a raíz de la conversación con Mike O'Dea y el doctor Meyer, les dije (a ellos): '¿Por qué no vienen a conocer el convento de Ste. Anne, y ven si se ajusta a su propósito?'"

Gracias a su trabajo con los Knights of Columbus, Mons. Kosanke pudo sumarlos al proyecto y, como presidente de Catholic Charities of Southeast Michigan, invitó a la organización a colaborar con la clínica para facilitar servicios de asesoramiento y adopción. Además de la clínica en sí, el lugar contará con una capilla, donde los Knights of Columbus dirigirán un rosario varias veces al mes, se celebrará Misa y los pacientes podrán encontrar un lugar de refugio para rezar.

“La clínica contará con una amplia gama de servicios médicos”, dijo la Dra. Lisa Knysz, directora de la clínica.

La Dra. Knysz, miembro de la St. Hugo of the Hills Parish en Bloomfield Hills, tiene una extensa experiencia en la creación y establecimiento de clínicas médicas desde cero.

Mons. Kosanke muestra una de las salas de consultas médicas de la Heart of Christ Clinic, que pronto abrirá sus puertas. La clínica ofrecerá una amplia gama de servicios y trabajará con todos los proveedores de seguros, así como con los que no tienen cobertura médica.
Mons. Kosanke muestra una de las salas de consultas médicas de la Heart of Christ Clinic, que pronto abrirá sus puertas. La clínica ofrecerá una amplia gama de servicios y trabajará con todos los proveedores de seguros, así como con los que no tienen cobertura médica.

"('Heart of Christ Clinic') ofrecerá atención médica a las mujeres, y también a las familias", dijo el Dr. Knysz. " Prestamos servicios desde el nacimiento hasta la muerte".

Los servicios para la mujer incluirán cuidados prenatales y postnatales, consultas de ginecología y obstetricia, y reversión del aborto, explicó el Dr. Knysz. Además, ofrecerán atención sanitaria integral para toda la familia y, más adelante, contarán con vacunas para niños.

La clínica aceptará todos los tipos de seguros médicos, desde Medicaid hasta Medicare, así como seguros médicos privados. Sin embargo, si un paciente aún no tiene seguro, la clínica lo seguirá atendiendo y le ayudará a contratar un seguro.

"Trabajaremos con la Malta Dental and Medical Clinic (en Midtown). Ellos atienden a personas que no tienen seguro médico o no pueden conseguirlo", explicó el Dr. Knysz. "No vamos a rechazar a nadie simplemente porque no tenga un seguro activo en ese momento".

Además del Dr. Meyer, que será el médico principal, el personal contará con una enfermera especializada, un asistente médico, varios ayudantes médicos y personal de recepción y oficina. Sin embargo, esta visión que empezó hace 40 años con los O'Deas no se limita sólo en Detroit.

"La idea es contar con una clínica en todas las diócesis del país, empezando por Michigan, y creo que en 2025 tendremos una en la Diócesis de Lansing y quién sabe dónde más", señaló Mike O'Dea. "Ayudaremos a cualquiera en cualquier parte del país y, por supuesto, los Knights of Columbus se han involucrado mucho en este proyecto y les gustaría apoyarnos en todas las diócesis de Michigan".

Al ingresar a la clínica, la capilla se encuentra a la izquierda. Según Mons. Kosanke, la idea es que esté abierta a todo el mundo, incluso a quienes no son pacientes.
Al ingresar a la clínica, la capilla se encuentra a la izquierda. Según Mons. Kosanke, la idea es que esté abierta a todo el mundo, incluso a quienes no son pacientes.
Los comienzos de una sala de consultas médicas. Todas las camas y el equipo médico fueron donados.
Los comienzos de una sala de consultas médicas. Todas las camas y el equipo médico fueron donados.

“Este modelo de clínica será único, no sólo por la atención integral que vas más allá de las necesidades físicas, sino por el énfasis en la construcción de relaciones sólidas y el tiempo dedicado a los pacientes”, dijo el Dr. Knysz.

"Creo que muchas veces, cuando las personas dependen de Medicaid, sienten que no merecen una atención médica de mejor calidad. A menudo se encuentran con clínicas médicas que aceptan Medicaid y que ofrecen un servicio que es descuidado, básico o de calidad inferior, y se conforman con que eso es lo que van a recibir", dijo el Dr. Knysz. "Creo que todas las personas deberían tener acceso un servicio que yo tendría para mí o para mi familia. Algo que aprendí de mis padres es que, si eres afortunado, siempre tienes que devolver algo a tu comunidad. Siempre he creído firmemente que las personas merecen una atención excepcional".

“Parte de ser eficaz y distinto al resto consiste en pasar tiempo con los pacientes y establecer una buena relación”, afirmó el Dr. Knysz.

"Para nosotros es importante educar a las personas para que sepan que tienen derecho a ser escuchadas", añadió el Dr. Knysz. "Tienen derecho a recibir una atención médica sólida y de calidad, y tienen derecho a entablar una relación con su proveedor para poder mantener un diálogo honesto y abierto sobre su salud en un ambiente seguro".



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