Paty Chávez, reconocida predicadora y cantante católica, invitó a las mujeres a abrir su corazón
DETROIT - El domingo 29 de septiembre, más de 800 mujeres hispanas se congregaron en la 15ª Conferencia de Mujeres Hispanas en el Centro Comunitario y de Artes Ford. Bajo el lema “Jesús te llama a ser como María, portadora de vida y esperanza”, la jornada estuvo llena de reflexión, música y momentos de inspiración.
El ministerio de alabanza Última Rhéma estuvo presente, musicalizando el evento y creando un clima de alegría y fraternidad desde el inicio. Las cantautoras Doris Pérez, originaria de Puerto Rico, y Karen Solis, originaria de México, también participaron, aportando sus talentos musicales.
Después de los cantos de alabanza, María Teresa García de Right to Life of Michigan compartió un mensaje profundo sobre la urgencia de defender el don sagrado de la vida.
María Teresa subrayó la importancia de proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural, destacando el papel de la Virgen de Guadalupe como protectora de los no nacidos. Cuestionó la coherencia entre el apoyo a leyes proaborto y el amor a la Virgen y explicó que el aborto no es un derecho dado por Dios, sino un acto que deshumaniza y causa dolor, especialmente en la comunidad hispana, donde las tasas de aborto han aumentado considerablemente.
Con un llamado directo a las conciencias, animó a las presentes a convertirse en defensoras de los más vulnerables, las madres y sus hijos no nacidos, y a ser verdaderas manos y pies de Cristo en la tierra.
A continuación, el evento rindió homenaje a Sister Consuelo Alcalá, una mujer cuyo nombre es sinónimo de entrega, servicio y amor por la comunidad hispana de Detroit. Las presentadoras recordaron su compromiso inquebrantable, desde su labor pastoral hasta su papel en la organización de la primera Conferencia para Mujeres Hispanas en 2009. Sister Consuelo, nacida en Detroit, trabajó incansablemente para unir a las mujeres en la fe, promoviendo un liderazgo basado en la humildad y el profesionalismo. Con un emotivo aplauso y un ramillete de rosas, se agradeció su constante ejemplo de fe en acción, que ha inspirado a generaciones.
Luego, el P. Mario Amore, director del Departamento de Evangelización y Discipulado Misionero de la Arquidiócesis, bendijo a todas las presentes.
La primera conferencia estuvo a cargo de Rosalba Patricia Chávez Rivera, una reconocida predicadora y cantante católica originaria de Guadalajara, Jalisco.
Paty, como es conocida, logró cautivar a todas desde el primer momento, conectando profundamente con su audiencia a través de una dinámica relajante y terapéutica. Su calidez y cercanía las invitó a abrir sus corazones y dejar atrás las ataduras emocionales.
A través de la risoterapia, rompió el hielo haciendo reír a las mujeres para liberar tensiones y creando un ambiente donde todas se sintieron acogidas. Su presentación, titulada "La familia como semillero de esperanza a través de las virtudes de María", tocó las fibras más sensibles del público.
Compartió su propia transformación espiritual y cómo encontró su propósito a través de la fe y el ejemplo de María. Su historia personal, enriquecida por su experiencia como predicadora y misionera, dejó a la audiencia reflexionando sobre el rol de la mujer en la sociedad actual y los desafíos que enfrentan cada día.
Uno de los momentos más impactantes fue cuando proyectó un video sobre la desconexión emocional causada por la tecnología. El mensaje fue claro: la dependencia de los teléfonos móviles está robando la capacidad de conectar auténticamente con los seres queridos y, lo más importante, con uno mismo. Este llamado a la reflexión resonó profundamente en las mujeres presentes, muchas de las cuales se vieron reflejadas en esta triste realidad.
Con un enfoque en las virtudes de María, Paty invitó a redescubrir el valor y poder que todas tienen como mujeres empáticas, misioneras, empresarias y madres. Las alentó a cultivar virtudes como la fe, la esperanza, la caridad, la pureza y la paciencia, y a seguir el ejemplo de María, quien, con humildad y fortaleza, enfrentó sus propias pruebas.
También abordó la realidad de la mujer moderna, que muchas veces se encuentra estresada, corriendo de un lugar a otro, cansada por las responsabilidades del trabajo y las preocupaciones por sus hijos. Resaltó que la mujer de hoy es multifacética, siempre buscando equilibrar sus roles como madre, esposa y profesional.
Ante esta sobrecarga emocional, Paty invitó a las presentes a abrir sus corazones a Dios, a presentar esas miserias y preocupaciones, y, al igual que María, meditar en el corazón lo que viven cada día. Confiar en la fe, explicó, es la clave para transformar los corazones, ya que, así como la fe puede mover montañas, también puede transformar sus vidas.
Para finalizar, invitó a las presentes a cerrar los ojos y hacer un viaje imaginario a sus hogares. Les pidió que reflexionaran sobre el ambiente que predomina en ellos y cuál es la virtud que más las caracteriza.
"Porque todos tenemos una virtud que nos representa, que puede ser la alegría. Pero también puede ser que mi personalidad todos los días represente tristeza, amargura, enojo. Y quiero que vayas pensando realmente quién soy en casa", dijo Paty.
Con esta sencilla pero poderosa visualización, animó a las asistentes a reconocer la importancia de crear un espacio familiar lleno de paz y gozo, y a reflexionar sobre cómo sus acciones diarias contribuyen a ese entorno.
Paty dejó en claro que el verdadero cambio comienza en el corazón. La audiencia no solo recibió un mensaje inspirador, sino que también fue testigo de un llamado a la acción, a transformar sus vidas y las de sus familias a través de la fe y la intercesión de María.
