Fueron 156 los jóvenes que se dieron cita para “buscar ser la solución de muchos problemas” el pasado 14 de agosto en la parroquia de San Juan Diego, sus rostros iluminaron las instalaciones del recinto parroquial
DETROIT- Poco a poco fueron llegando con la esperanza de encontrarse de nuevo con sus amigos y conocidos así como poderse nutrir espiritualmente. Fue un día oportuno para entrar en oración y escuchar las conferencias que impactaron sus corazones y lograr que cada uno saliera diciendo “Estoy enganchado a ti”, como fue el nombre de la Conferencia de Jóvenes Hispanos en esta su quinta edición.
Arturo Medina, seminarista de la Arquidiócesis de Detroit, explicó que esta Conferencia de Jóvenes les ofreció a los adolescentes una oportunidad especial de reencontrarse con Cristo. A los que se encontraban perdidos y alejados por causa de la pandemia les permitió regresar a su Iglesia. Además, agrega Arturo, les permitió conocer a otros jóvenes que piensan como ellos, que también van a la Iglesia en busca de Cristo y que quieren crecer en su fe.

“Por causa de la pandemia, muchos se alejaron de la iglesia, ya sea porque no iban a misa porque no se podía, y cuando ya se podía algunos no tenían ganas, de acercarse a la iglesia por lo tanto al tener la Conferencia de Jóvenes, les volvemos a ofrecer a los jóvenes de reencontrarse con Cristo y volverse a enamorar de Él”, comenta para Detroit Catholic en español el seminarista.
Los jóvenes que participaron en esta quinta edición de la conferencia de jóvenes hispanos llegaron de diferentes parroquias de toda la arquidiócesis de Detroit, dentro de las cuales destacaron la presencia de Holy Family, Holy Redeemer, National Shrine of the Little Flower Basílica, St. Mary Wayne, St. Gabriel, Our Lady of Guadalupe, Ste. Anne Basílica, St. Hedwing, St. Alfred, St. Damien of Molokai, y por supuesto la anfitriona St. Juan Diego.
Un oasis para los jóvenes
Lizandro Barba, también seminarista de la Arquidiócesis de Detroit y quien ayudó al comité organizador en la realización de este evento, compartió que se siente muy agradecido con Dios por permitir que este año sí se realizara este evento después de un largo confinamiento por la pandemia. Recordó cómo antes de ser seminarista, él participaba en las ediciones pasadas, y fueron fundamental para su cambio y su discernimiento vocacional.

Lizandro comenta que el tema principal de esta edición fue muy oportuno, pues era muy importante que reflexionaran todos los participantes en la necesidad de estar enganchados a Dios todos los días. Muchas veces la juventud está enganchada a otras cosas como a la pornografía, a las drogas, al alcohol o enganchados a malos hábitos dentro de la escuela así como a prácticas que los alejan de Dios y los dejan vacíos.
Fue importante que los jóvenes se llevaran en sus corazones la importancia de estar permanentemente enganchados a Dios pues es el único que los puede llenar.
Otro punto importante que Lizandro resalta es la oportunidad que tuvieron los jóvenes de estar unidos y representar su identidad rica en tradiciones e historia, pues los jóvenes hispanos muchas veces se pueden sentir aislados, pero un evento como este los unió en Cristo y pudieron reconocerse como algo valioso por sus raíces cristianas, pues tienen dignidad y una identidad reconocida por Dios.

El idioma español y la fe los unió y jóvenes con raíces guatemaltecas, dominicanas, mexicanas, puertorriqueñas, colombianas, ecuatorianas, salvadoreñas y hondureñas tuvieron la misma meta encontrarse con Cristo.
Lizandro concluye que dentro de la Conferencia de Jóvenes, se tuvo una misa para promocionar las vocaciones y motivar en el discernimiento a quienes sintieran el llamado.
En cada edición de la Conferencia el Espíritu Santo trabaja de formas distintas
Metzli Moreno Ortiz, conocida como Luna, tiene 18 años y pertenece a la parroquia de St. Hedwig Catholic Church de Detroit, compartió a Detroit Catholic en español su testimonio al participar en la Conferencia, del cual se enteró a través del grupo de jóvenes de su parroquia.
Luna comentó que ella participó en la primera Conferencia de Jóvenes Hispanos, y ha participado en cada uno de los que se han realizado.

“Me registré en persona y fui con alguien que ha tenido un gran impacto positivo en mi vida, mi novio”, y comparte que le encantó el hecho de ir en persona porque pudieron vivir juntos esta experiencia su novio y ella.
“El ambiente era diferente a eventos pasados, ya que nos hemos alejado de la gente debido a COVID-19” comenta Luna. “Todavía tenemos que acostumbrarnos de nuevo a ser sociales”.
Ella dice que a sus padres les gustó la idea de que fuera ir a la conferencia de jóvenes. Luna voluntariamente quería ir, pero no quería ir sola, así que le preguntó a su novio si le gustaría ir con ella y le dijo que sí.
“Estoy feliz de tener la oportunidad de ir a vivirlo y compartir la experiencia con la persona que aprecio”. Además explicó Luna algo muy interesante, que a veces es difícil de percibir por el uso del cubrebocas: “Cuando llegamos al evento noté que los voluntarios eran muy amables, y aunque llevaban puesto tapabocas noté que estaban sonriendo”.

A Luna le impactó mucho como David Bisono, el conferencista principal, la ayudo a ver las cosas de otra manera, dijo “No somos problemas sin solución, somos soluciones para muchos problemas”.
Otra de las cosas que le gustó de la conferencia a Luna fue la música. “La banda que tocó fue Tribeza. Fueron increíbles, hicieron que el evento cobre más vida”.
Antes de despedirse Luna externo un último mensaje para todos los jóvenes: “Este evento me recordó nuevamente que Dios está presente en mi vida y nunca se ha apartado de mi lado. Lo que significa la conferencia de jóvenes para mí es una manera de recordarnos de nuestro amoroso Padre y una manera de acercarnos a él. Y algo que le diría a los jóvenes que no han asistido a una Conferencia Juvenil es que consideren ir, pues puedes tener la mejor experiencia allí si te dejas llevar del Espíritu Santo. Todo depende de ti si quieres tener una experiencia increíble”.