La Arquidiócesis de Detroit anunció un proceso de reestructuración de dos años que involucrará a todas las parroquias

Cada parroquia realizará dos encuentros de escucha en la primavera de 2026, para dar a los fieles la oportunidad de 'moldear el futuro de nuestra arquidiócesis'

DETROIT — En un mensaje dirigido a los fieles durante las misas del fin de semana del 15 y 16 de noviembre, el Arzobispo Edward J. Weisenburger anunció que la Arquidiócesis de Detroit está iniciando un proceso de reestructuración que se desarrollará a lo largo de dos años y que involucrará a todas las parroquias católicas del sureste de Michigan, con el objetivo de alinear cuidadosamente las parroquias, el clero y las comunidades para que puedan crecer y fortalecerse durante las próximas generaciones.

Al igual que muchas diócesis del país, la Arquidiócesis de Detroit ha experimentado en las últimas décadas un descenso en el número de católicos que asisten a misa, en la cantidad de sacerdotes ordenados y en la participación en los sacramentos.

Muchas de las más de 200 parroquias de la Arquidiócesis de Detroit fueron fundadas “en un tiempo de enorme crecimiento”, señaló el arzobispo; sin embargo, hoy “nos esforzamos por mantener edificios, ministerios y estructuras que fueron pensados para una Iglesia mucho más grande”.

La arquidiócesis, que en el pasado llegó a tener 1,5 millones de católicos, hoy cuenta con cerca de 900 000, y menos de la mitad de los católicos bautizados asisten a misa con regularidad, según el arzobispo. A esto se suma un gran número de templos antiguos que requieren importantes recursos y tareas de mantenimiento, y una disminución del clero que se espera sea aún más pronunciada en los próximos años.

Actualmente, la mayoría de los sacerdotes activos en la arquidiócesis tienen 50 años o más, y muchos de ellos atienden a dos, tres o más comunidades parroquiales.

La Catedral del Santísimo Sacramento se alza sobre la avenida Woodward, con el horizonte de Detroit de fondo. Durante el fin de semana del 15 y 16 de noviembre, el arzobispo Edward J. Weisenburger anunció un proceso de reestructuración de dos años que involucrará a todas las parroquias católicas del sureste de Michigan, con el fin de establecer y mantener "una presencia católica sostenible en cada rincón de la Arquidiócesis de Detroit para las generaciones venideras". (Rick Giffin | Detroit Catholic)
La Catedral del Santísimo Sacramento se alza sobre la avenida Woodward, con el horizonte de Detroit de fondo. Durante el fin de semana del 15 y 16 de noviembre, el arzobispo Edward J. Weisenburger anunció un proceso de reestructuración de dos años que involucrará a todas las parroquias católicas del sureste de Michigan, con el fin de establecer y mantener "una presencia católica sostenible en cada rincón de la Arquidiócesis de Detroit para las generaciones venideras". (Rick Giffin | Detroit Catholic)

“Lo que ha ocurrido en los últimos 50 años nos ha exigido mucho, a veces demasiado, para poder servir tan bien como quisiéramos”, dijo el Arzobispo Weisenburger. “Además, mientras nos esforzamos por sostener los edificios y las estructuras parroquiales en lugares donde queda muy poca gente, también tratamos de garantizar la presencia de la Iglesia en aquellas zonas donde la población católica está creciendo”.

Aunque la Iglesia sigue viva y esperanzada, estas tendencias plantean desafíos que deben afrontarse con claridad, sinceridad y espíritu de oración, afirmó el arzobispo.

“Creo con todo mi corazón que Dios nos está invitando a repensar la vida parroquial, el ministerio sacerdotal y nuestra misión con una creatividad renovada y una fe profunda, para construir algo que perdure, algo vibrante, sostenible y lleno de esperanza”, expresó el Arzobispo Weisenburger en un comunicado. “Por eso invito a cada católico de nuestra arquidiócesis a unirse a mí en este proceso de renovación que se desarrollará durante dos años. En este camino que tenemos por delante, cada voz cuenta, así como cada oración”.

Para enfrentar estos desafíos, la Iglesia local llevará adelante un proceso proactivo de reestructuración de dos años que incluirá oración, discernimiento compartido y un diálogo abierto sobre el futuro de cada parroquia de la Arquidiócesis de Detroit, explicó el arzobispo.

Hacia julio de 2027, cada parroquia de la arquidiócesis pasará a formar parte de un “pastorado”, es decir, un conjunto de una o más parroquias bajo la guía de un único párroco y su equipo.

En las últimas décadas, la Arquidiócesis de Detroit ha experimentado un descenso significativo en la asistencia a misa, la participación en los sacramentos y el número de sacerdotes ordenados, lo que ha provocado que la Iglesia local, según el arzobispo Weisenburger, "a veces se encuentre con recursos insuficientes para servir como deseamos". El proceso de reestructuración buscará optimizar la arquidiócesis mediante una cuidadosa reorganización de las parroquias, los sacerdotes y los recursos para servir de manera dinámica y sostenible a la misión del Evangelio. (Valaurian Waller | Detroit Catholic)
En las últimas décadas, la Arquidiócesis de Detroit ha experimentado un descenso significativo en la asistencia a misa, la participación en los sacramentos y el número de sacerdotes ordenados, lo que ha provocado que la Iglesia local, según el arzobispo Weisenburger, "a veces se encuentre con recursos insuficientes para servir como deseamos". El proceso de reestructuración buscará optimizar la arquidiócesis mediante una cuidadosa reorganización de las parroquias, los sacerdotes y los recursos para servir de manera dinámica y sostenible a la misión del Evangelio. (Valaurian Waller | Detroit Catholic)

Estos agrupamientos serán diferentes del modelo actual de la Arquidiócesis de Detroit, conocido como Familias de Parroquias, que a menudo funcionan bajo una estructura “in solidum”, en la que varios sacerdotes comparten la responsabilidad de cada parroquia dentro de la familia.

Al finalizar el proceso de reestructuración, las Familias de Parroquias serán “reemplazadas por los resultados de nuestro discernimiento compartido”, según un documento de preguntas frecuentes publicado por la arquidiócesis. Durante este proceso, cada parroquia será considerada de manera individual para atender de la mejor manera posible las necesidades particulares de cada comunidad, indicó la arquidiócesis.

“Desde el principio, las Familias de Parroquias fueron una solución a corto plazo para responder a necesidades inmediatas que salieron a la luz con la pandemia de COVID-19”, señaló la arquidiócesis en el documento. “El proceso de reestructuración actual es más amplio y sentará las bases para asegurar una presencia católica sostenible en cada rincón de la Arquidiócesis de Detroit durante las próximas generaciones”.

El proceso será transparente, inclusivo y abierto a todos los católicos de la Arquidiócesis de Detroit, quienes tendrán varias oportunidades de ofrecer sus aportes, afirmó el Arzobispo Weisenburger.

En la primavera de 2026, cada parroquia realizará dos encuentros de escucha, abiertos a todos los feligreses. Allí se recogerán comentarios sobre los modelos propuestos para las pastorados, que luego serán compartidos con los líderes arquidiocesanos, explicó el Arzobispo Weisenburger.

En la primavera de 2026, cada parroquia de la Arquidiócesis de Detroit organizará dos sesiones de escucha en las que se invitará a todos los feligreses a dar su opinión y sugerencias sobre las propuestas de pastorado para su parroquia. Estas sesiones de escucha se programarán a principios de 2026. (Valaurian Waller | Detroit Catholic)
En la primavera de 2026, cada parroquia de la Arquidiócesis de Detroit organizará dos sesiones de escucha en las que se invitará a todos los feligreses a dar su opinión y sugerencias sobre las propuestas de pastorado para su parroquia. Estas sesiones de escucha se programarán a principios de 2026. (Valaurian Waller | Detroit Catholic)

“Será un camino de discernimiento que, estoy convencido, solo podremos recorrer juntos. Se trata de un tiempo para trazar el rumbo que nuestras comunidades y regiones deben seguir”, dijo el Arzobispo Weisenburger. “El resultado final afectará a cada parroquia y comunidad de nuestra arquidiócesis, por eso cada uno de ustedes tiene un papel en la tarea de dar forma al futuro de nuestra Iglesia”.

El Departamento de Renovación Parroquial, una nueva oficina de la curia arquidiocesana dirigida por el P. Mario Amore, será el encargado de facilitar el proceso de reestructuración y de organizar los encuentros de escucha de la primavera, que serán anunciados a comienzos de 2026. La Arquidiócesis de Detroit también está trabajando con el Instituto de Liderazgo Católico, que ha acompañado a decenas de diócesis en procesos similares de reestructuración.

La misma curia, que también será reestructurada como parte del proceso para servir mejor a las parroquias, llevará a cabo su propia sesión de escucha.

En el verano de 2026, los aportes recogidos durante los encuentros de escucha servirán para ajustar los modelos propuestos de unidades pastorales, y luego se presentarán recomendaciones al Arzobispo Weisenburger para su discernimiento. Las decisiones del arzobispo respecto de cada comunidad parroquial y cada unidad pastoral se darán a conocer a comienzos de 2027, y su implementación comenzará en julio de 2027.

Las designaciones de los sacerdotes activos de la arquidiócesis también serán consideradas como parte del proceso.

Si bien el proceso de reestructuración implicará el cierre de algunos templos y que algunas parroquias experimenten “cambios en la forma o el lugar en que se reúnen”, el Arzobispo Weisenburger afirmó que el objetivo final es dar forma a una Iglesia local en la que cada parroquia, cada sacerdote y cada comunidad sea fuerte, floreciente y vibrante durante las próximas generaciones.

“Si bien creo que nuestro compromiso con Cristo y con su Iglesia nos exige afrontar estos desafíos, no pienso que este momento deba estar marcado principalmente por la ansiedad o la desesperanza”, señaló el arzobispo. “Por el contrario, creo que la situación que estamos viviendo encierra oportunidades reales y llenas de bendición”.

Al concluir el proceso de reestructuración de dos años, cada parroquia de la Arquidiócesis de Detroit formará parte de una "pastorado", que constará de una o más parroquias dirigidas por un solo párroco y su equipo. Las nuevas pastorados se anunciarán a principios de 2027 como resultado de "nuestra oración, diálogo y discernimiento compartidos", declaró el Arzobispo Weisenburger. (James Silvestri | Especial para Detroit Catholic)
Al concluir el proceso de reestructuración de dos años, cada parroquia de la Arquidiócesis de Detroit formará parte de una "pastorado", que constará de una o más parroquias dirigidas por un solo párroco y su equipo. Las nuevas pastorados se anunciarán a principios de 2027 como resultado de "nuestra oración, diálogo y discernimiento compartidos", declaró el Arzobispo Weisenburger. (James Silvestri | Especial para Detroit Catholic)

La arquidiócesis anunció la creación de un nuevo sitio web, restructuring.aod.org, que incluirá información y recursos para acompañar el proceso de reestructuración. A medida que se desarrollen los modelos de unidades pastorales, el sitio se actualizará con datos y estadísticas de cada comunidad parroquial, incluyendo datos sacramentales y financieros, además de otros recursos que ayuden a los fieles a comprender y participar activamente en el proceso.

La Arquidiócesis de Detroit no es la única diócesis que está llevando adelante un proceso de reestructuración. De hecho, más de 30 diócesis en Estados Unidos han emprendido iniciativas similares en los últimos años, incluida la Diócesis de Grand Rapids, que anunció su propia reestructuración en julio.

Mientras la Iglesia en el sureste de Michigan mira hacia el futuro con fe y confianza en el Espíritu Santo, el Arzobispo Weisenburger animó a los católicos a mantener viva la esperanza del Evangelio mientras se va moldeando una nueva Iglesia local.

“Así como habrá tristeza por pérdidas o cambios en la vida parroquial, también habrá nuevas bendiciones, con lugares renovados, comunidades revitalizadas y la posibilidad de dirigir mejor nuestros esfuerzos para compartir el Evangelio y formar discípulos”, afirmó el Arzobispo Weisenburger. “Creo que, a medida que trabajemos para ajustar el tamaño de la arquidiócesis y redistribuir nuestros recursos humanos y financieros, la huella de la presencia de la Iglesia, así como su misión, su fe y su gente, permanecerá intacta.

“Juntos, y con la gracia de Dios,” añadió “moldearemos una Iglesia más fortalecida y comprometida con su misión”.

Oración por la Reestructuración Arquidiocesana

Ven, Espíritu Santo.

Déjanos sentir tu presencia
mientras reestructuramos las parroquias
y ministerios de nuestra arquidiócesis.

Ilumina el camino que recorremos juntos.
Ayúdanos a escuchar tu voz
en el silencio de nuestro corazón,
en la sabiduría de los demás,
y en el mundo que nos rodea.

Sabemos que estás con nosotros
en cada paso del proceso.
Danos claridad, comprensión y dirección.
Ayúdanos a compartir la luz de tu amor en todo momento.
Amén.

Santa Ana, ruega por nosotros.
Beato Solano Casey, ruega por nosotros.
María, Madre de la Iglesia, ruega por nosotros.

Más información

Para conocer más sobre el proceso de reestructuración de dos años de la Arquidiócesis de Detroit, incluido cómo involucrarse y qué sucederá en los próximos meses, visite restructuring.aod.org.



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