DETROIT- Durante la 15ª Conferencia de Mujeres Hispanas, después del almuerzo, Paty ofreció una segunda charla titulada “A Jesús por María”, enfocada en la oración y en la poderosa intercesión de la Virgen.
Durante su conferencia, explicó cómo María es una escalera que acerca más rápidamente a los pies de Jesús. Utilizó el pasaje bíblico de las Bodas de Caná para ilustrar este concepto, destacando cómo María intervino al notar que los novios se habían quedado sin vino, lo que desencadenó el primer milagro de Jesús.
La ponente subrayó el profundo poder de intercesión de la Virgen, no solo por su acción en Caná, sino por su constante cuidado como madre. A través de este relato, señaló que, al igual que en los matrimonios y las familias, a menudo se presentan situaciones difíciles en las que no se sabe a quién recurrir. Sin embargo, María, siempre atenta, puede interceder ante Jesús.
Además, compartió su encuentro personal con la Virgen cuando tenía 17 años, un momento que transformó su vida espiritual. A pesar de no haber tenido una relación cercana con la Madre de Jesús, durante un retiro experimentó por primera vez su presencia, lo que le permitió comprender su amor y cercanía.
Desde entonces, la Elegida ocupó un lugar central en su vida, y Paty se ha convertido en una ferviente promotora del Rosario como una poderosa herramienta de oración e intercesión.
“Dios existe, pero no lo podemos ver porque estamos tan ciegas de todo lo que nos duele, de todas las heridas, de todo el pasado. Estamos tan enojadas con el mundo o con lo que nos hizo daño que somos incapaces de voltearnos a ver que hay algo diferente”, reflexionó.
También recordó que, cuando era apenas una adolescente, se sentía enojada, triste, y que su vida no tenía sentido. Pero gracias al rezo del Rosario de su mamá, un arma poderosa, comenzó un proceso de conversión para ella y su familia.
“El amor de Dios tiene poder, la intercesión de María tiene un poder sublime, por eso nos la dejó Jesús, porque ella es el canal para llegar a Él”, explicó.
Al finalizar, recordó a las asistentes la importancia de la oración del corazón, esa oración sincera y profunda que conecta directamente con Dios. Invitó a todas a fortalecer su vínculo con María, quien, como madre, siempre está dispuesta a escuchar y llevar las necesidades ante su Hijo.
Paty cerró su charla con un mensaje contundente:
“María está en cada mujer. Ella está en tu mamá. Ella está en tu abuelita. Ella está en ti. Por eso debemos ser mujeres puras, mujeres llenas de amor, mujeres humildes, mujeres valientes y misioneras como María. Hemos sido llamadas hoy a transformar nuestra vida”.
A continuación, el Obispo Arturo Cepeda estuvo a cargo de la última charla.
En su emotivo discurso, destacó la importancia de la presencia femenina en la Iglesia y la sociedad. Agradecido por la oportunidad de participar, el obispo inició subrayando que las mujeres tienen un papel central en la transformación del mundo y de la Iglesia. Con una mezcla de gratitud y humildad, reconoció que la misión femenina es indispensable en estos tiempos difíciles.
Su conferencia se centró en reflexiones basadas en las actas de la Asamblea Plenaria de la Comisión Pontificia para América Latina que, según él, captura el pulso de la Iglesia en cuanto a la presencia femenina.
Una de las enseñanzas clave de estas actas es la naturaleza de la mujer. Subrayó que, desde la creación, Dios pensó al hombre y a la mujer como complementarios, llamados a la plenitud y a la fecundidad en su unión. Resaltó que las mujeres, en su ser, tienen la capacidad única de dar vida y nutrirla, un don invaluable para la Iglesia y el mundo.
Asimismo, destacó su capacidad para infundir espiritualidad en la vida cotidiana, creando hogares acogedores.
A lo largo de su charla, el Obispo Cepeda también resaltó la tendencia de la mujer al servicio desinteresado, tomando como ejemplo a María, quien corrió a asistir a su prima Isabel. Explicó que, al igual que ella, las mujeres son capaces de captar las necesidades del prójimo y ponerse al servicio del otro, siendo una entrega que busca la realización de los demás.
Otro punto crucial fue el rol de las madres cristianas, no solo en la educación formal de sus hijos, sino también en transmitir la fe de manera cotidiana, a través de las costumbres y celebraciones religiosas.
Finalmente, pidió a las participantes de la conferencia que “no sean normales, sean extraordinarias. Es el ímpetu que le pueden dar a su familia, a sus comunidades, a nuestra iglesia”, transmitiendo el mensaje de Cristo con alegría y esperanza en su entorno.
Animó a las mujeres a abrazar su misión, a proclamar la Buena Nueva con ternura y amor, y a transformar sus entornos con la misma fuerza y dedicación que la Iglesia necesita para seguir adelante.
“Las mujeres están llamadas a hacer un cambio. No bastan con venir a la conferencia. Ustedes vienen a ser transformadas, no pueden ser las mismas de hace un día atrás. Porque esa es la esperanza de la Iglesia. Ustedes tienen una misión, proclamar la Buena Nueva de nuestro Señor a todos con ternura, con amor, con paciencia, con sus dones, con sus detalles. Tienen mucho que ofrecer”.
En conclusión, el Obispo Cepeda entregó un mensaje lleno de esperanza y llamado a la acción, recordando a las mujeres que ellas son protagonistas esenciales en la renovación continua de la Iglesia y la sociedad.
Para finalizar, tuvo lugar una procesión, adoración eucarística y la Santa Misa, marcando el momento culminante de la jornada.
La 15ª Conferencia de Mujeres Hispanas resaltó la importancia de la mujer como pilar de fe, esperanza y amor. Las participantes se fueron con el corazón encendido, sabiendo que su misión no termina allí, sino que continúa en sus hogares, comunidades y en la vida de la Iglesia.
