En la 14ª Conferencia de Mujeres Hispanas de Detroit, más de 800 asistentes estuvieron dispuestas a abrazar la fuerza del perdón, amarse a sí mismas y levantarse en el amor de Dios
DEARBORN - El domingo 29 de octubre se llevó a cabo la décimo cuarta edición de la Conferencia de Mujeres Hispanas, organizada por el Ministerio Hispano de la Arquidiócesis de Detroit.
Con un corazón lleno de expectativas y esperanza, aproximadamente 800 mujeres de todas las edades se reunieron en Dearborn, Michigan para abrazar el lema de este año: "Mujer, perdónate, ámate y levántate en el Amor de Dios".
El evento, que tuvo lugar en este recinto por primera vez, comenzó temprano en la mañana con una cálida bienvenida. El Ministerio de música Última Rhema estableció el tono, elevando los espíritus con su inspiradora interpretación de "Tenemos tantas cosas por qué dar gracias". La música y la alabanza crearon un ambiente de apertura y receptividad para abordar un tema tan importante como lo es el perdón, que perduró a lo largo del día.
La primera conferencia fue presentada por Marcela Palos, consultora familiar y conferencista internacional originaria de Chihuahua, México. La charla se centró en "La Fuerza del Perdón". Palos, especialista en Teología del Cuerpo, invitó a las mujeres a reflexionar sobre la importancia del perdón, incluso en ausencia de reconciliación.
"No sé cuál sea tu historia, pero debes comprender que Dios nunca deja de amarte. Esto es fundamental para tu vida, ya que, si no entiendes que eres una hija amadísima de Dios, nada más tiene sentido. No puedo establecer relaciones saludables con los demás si no me permito primero ser colmada por el amor de Dios", afirmó Marcela durante su charla, resaltando la importancia de saberse primeramente amadas por Dios.
La segunda conferencia, dirigida a las mujeres adultas, fue presentada por Dany Ruelas, pedagoga y presentadora internacional del ministerio "Intercesores de Fuego". Su conferencia, titulada "¡Dios te creó para ser libre y amada!", destacó la importancia de la alegría en la vida de una mujer.
Ruelas compartió: “El Papa Francisco dice que si tenemos cara de funeral es imposible transmitir a Cristo a nuestros hijos y a nuestros maridos. Dios nos creó para ser libres, y una persona libre es una persona alegre. Cuando estamos atadas a situaciones como el pecado o la falta de perdón, andamos tristes y amargadas."
Durante su charla, Ruelas habló de que hay momentos en la vida en los que todo es caos, e invitó a las mujeres a recordar que el Espíritu Santo es lo que fue dado en el Bautismo para borrar el pecado original, y ayudar a poner las cosas en orden.
“Hermana, tú y yo nos tenemos que creer que somos hijas amadas de Dios”, comentó. “En el mismo momento de la concepción, Dios, en su amor, pone ahí un alma, entonces ese momento es sagrado. Por eso, el acto conyugal es una liturgia amorosa, no es cualquier cosa”.
“Dios te está haciendo un llamado muy concreto: tienes que creerte amada”.
Ruelas también enfatizó la importancia de la relación con Dios y la comprensión de su amor. "La relación con Dios es la cosa más importante en la vida de una persona", señaló. Animó a las mujeres a creer en su identidad como hijas amadas de Dios, independientemente de las circunstancias de sus vidas.
Mientras tanto, las jóvenes menores de 18 años se unieron a Marcela Palos en su charla "Tu cuerpo eres tú: perdónate". Palos abordó temas relevantes para esta etapa de la vida, alentando a las jóvenes a aceptar y amar sus cuerpos, así como a perdonarse a sí mismas.
Tras las conferencias, las participantes disfrutaron de una comida y tuvieron la oportunidad de acercarse a una reliquia de primer grado de la Beata María Concepción Cabrera de Armida, madre de nueve hijos, para hacer oración y pedir su intercesión.
La tarde continuó con más enseñanzas inspiradoras. Dany Ruelas dirigió una charla para las jóvenes titulada "Eres perla preciosa en manos de tu creador", mientras que Marcela Palos presentó su charla "Levántate y perdona menos".
Aunque el título podría parecer desconcertante, Marcela Palos explicó que se refería a la importancia de perdonar incluso las ofensas menores y evitar acumular resentimientos. Destacó que el perdón es una característica fundamental de la cultura cristiana y animó a las mujeres a perdonar más y a ver las ofensas de manera más compasiva.
“Hay muchas cosas que no son ofensas y nosotros las tomamos como tales. Si a todo lo tomamos como una ofensa, tenemos que perdonar más cosas. Y perdonar no siempre resulta fácil”, explicó.
Esta tendencia a acumular resentimientos es un reflejo de la fragilidad de la sociedad actual, una 'cultura de cristal', donde las personas se vuelven más susceptibles y reacias a perdonar. El perdón es una característica fundamental de la fe cristiana, y una sociedad se aleja de sus raíces cristianas cuando disminuye su capacidad de perdonar.
A diferencia de otras religiones, en la cultura cristiana, el perdón no tiene límites. Sin embargo, si todo se interpreta como una afrenta personal, resultará más difícil avanzar hacia el perdón.
A continuación, tuvo lugar la última conferencia de la jornada, donde Dany Ruelas se centró en la perspectiva divina sobre la creación de hombres y mujeres, resaltando la perfección inherente a cada género y las características únicas que distinguen a las mujeres.
Desde la singularidad de sus manos hasta la expresión de sus ojos y facciones, Ruelas destacó la unicidad de la feminidad. Con un llamado a abrazar la identidad como creaciones de Dios y a abordar la vida desde esta perspectiva, la conferenciante instó a todas las presentes a evitar los estereotipos preconcebidos y, en su lugar, buscar inspiración en el modelo ejemplar de María, un símbolo de fortaleza y amor maternal.
Asimismo, Ruelas abordó la cuestión de la falta de vida espiritual y emocional que puede afectar a algunas mujeres en determinados momentos. Subrayó que cuando Dios toca el corazón y emite un llamado a la superación, se despierta una transformación que les permite dejar atrás la sensación de estar atrapadas en una existencia carente de significado.
Ruelas explicó que una vez resucitadas de la "muerte" espiritual, disminuyen los pensamientos obsesivos, se torna más accesible el perdón y se fortalece la capacidad de relacionarse con una actitud más positiva.
Asimismo, Ruelas recordó a las mujeres que la santidad se forja en lo cotidiano, en las pequeñas acciones de la vida diaria. A pesar de las responsabilidades como laicas, que incluyen hogar, trabajo, crianza de hijos y desafíos económicos, Ruelas alentó a todas a vivir como mujeres resucitadas, en lugar de quedarse estancadas en una existencia "muerta en vida".
En un mundo que necesita ejemplos de mujeres fuertes y llenas de vitalidad, la conferencista les recordó a las asistentes que están llamadas a ser mujeres resucitadas, contribuyendo a una cultura enriquecedora en lugar de tóxica.
A continuación, tuvo lugar una procesión y adoración eucarística, y durante toda la jornada las mujeres tuvieron acceso al sacramento de la Reconciliación.
El punto culminante del día fue la Santa Misa, presidida por el Obispo Donald Hanchon, quien ofreció una homilía llena de reflexiones significativas. "Nunca es un error asistir a un retiro, a un día de oración. Dios siempre hace su camino para llegar a ustedes y bendecirlas", señaló el Obispo Hanchon.
Además, hizo hincapié en la importancia de amar a Dios y al prójimo, recordando que son los mandamientos más grandes. “Dios ha sido misericordioso contigo, pero nos vas a experimentar la profundidad de esa misericordia hasta que no tengas misericordia con los que te rodean.”
El obispo también alentó a las mujeres a compartir las bendiciones y la sabiduría que recibieron en la conferencia con sus familias y comunidades. “Que todos puedan a través de nosotros experimentar la totalidad del amor de Dios que es generoso en perdonar. No guarda rencor, sentimientos de envidia. Dios es tan grande y bondadoso”.
“Quisiera que cuando mañana regresen a sus comunidades abran sus ojos y descubran lo que han recibido este día. Agradezcan el mensaje que Dios les dio y pónganlo en práctica. Compártanlo con sus esposos, sus hijos, hermanas y amigas”.
“Esta multitud se multiplicará a través de nuestras respuestas al amor de Dios", concluyó.
La XIV Conferencia para Mujeres Hispanas de Detroit fue un día de profunda reflexión, perdón y empoderamiento espiritual. El evento no solo fortaleció su fe, sino que también inspiró a cada mujer a convertirse en un faro de amor y compasión en sus vidas diarias para ser testimonios claros del amor incondicional de Dios y poder transmitir esa experiencia transformadora a quienes las rodean.