El Papa León XIV pide a nuevos arzobispos alejarse de “esquemas pastorales que se repiten sin renovarse”

El Papa, en un momento de la homilía | Crédito: Daniel Ibañez/ EWTN News

Durante la Misa con motivo de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Papa León XIV impuso el palio a 54 nuevos arzobispos metropolitanos, entre ellos doce provenientes de América Latina. En concreto, tres argentinos, dos mexicanos, cuatro venezolanos, dos guatemaltecos y un peruano.

En la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, a quienes la Iglesia Católica reconoce como pilares de la fe y se veneran como patronos de la ciudad de Roma, el Papa León XIV advirtió del riesgo de caer en “esquemas pastorales que se repiten sin renovarse” al tiempo que llamó a mantener siempre la unidad eclesial respetando la “diversidad".

“Nuestros patronos han recorrido caminos diferentes, han tenido ideas diferentes, a veces se enfrentaron y discutieron con franqueza evangélica. Sin embargo, eso no les impidió vivir la concordia apostolorum (entre los apostóles), es decir, una viva comunión en el Espíritu, una fecunda sintonía en la diversidad”, subrayó.

De esta manera, reivindicó el ejemplo de Pedro y Pablo, que fueron llamados a vivir el del martirio, y cuyo testimonio "nos enseña que la comunión a la que el Señor nos llama es una armonía de voces y rostros, no anula la libertad de cada uno”.

En la Misa que celebró en la Basílica de San Pedro —en la que impuso el palio a 54 nuevos arzobispos metropolitanos — el Pontífice les instó a “buscar caminos nuevos para la evangelización” partiendo de los “problemas y las preguntas” planteados por la comunidad de fieles.

“En la historia de los dos apóstoles, en cambio, nos inspira su voluntad de abrirse a los cambios, de dejarnos interrogar por los acontecimientos, los encuentros y las situaciones concretas de las comunidades”, aseguró.

Como es tradición, el Santo Padre entró en procesión a la basílica vaticana. Después de la homilía, los diáconos bajaron hasta la tumba del apóstol Pedro, que se encuentra abajo del altar de la Cátedra, para tomar los palios que fueron por él bendecidos.

Uno a uno, todos los arzobispos nombrados durante este año fueron recibiendo de manos del Pontífice esta insignia exclusiva que distingue a los arzobispos residenciales o metropolitanos y recuerda la unidad con el Sucesor de Pedro.

No caer en la rutina ni en ritualismo

Durante la homilía, el Papa elogió el ejemplo de San Pedro y San Pablo de los que destacó “la comunión eclesial y la vitalidad de la fe” pidió no caer “en la rutina, en el ritualismo” y “en esquemas pastorales que se repiten sin renovarse y sin captar los desafíos del presente”.

De este modo, señaló que es “importante aprender a vivir la comunión de ese modo, como unidad en la diversidad, para que la variedad de los dones, articulada en la confesión de la única fe, contribuya al anuncio del Evangelio”.

Para el Papa el camino de la comunión eclesial “nace del impulso del Espíritu, une las diversidades y crea puentes de unidad en la variedad de los carismas, de los dones y de los ministerios”.

“Es importante aprender a vivir la comunión de ese modo, como unidad en la diversidad, para que la variedad de los dones, articulada en la confesión de la única fe, contribuya al anuncio del Evangelio”, indicó.

El Papa impuso el palio en total a 54 arzobispos | Crédito: Daniel Ibañez/ EWTN News
El Papa impuso el palio en total a 54 arzobispos | Crédito: Daniel Ibañez/ EWTN News

"Hacer de nuestras diversidades un taller de unidad"

De esta manera reivindicó la “fraternidad” e instó a “hacer de nuestras diversidades un taller de unidad y comunión, de fraternidad y reconciliación para que cada uno en la Iglesia, con la propia historia personal, aprenda a caminar junto con los demás”.

“Lo necesita la Iglesia, lo necesitan las relaciones entre los laicos y los presbíteros, entre los presbíteros y los obispos, entre los obispos y el Papa, así como lo necesitan la vida pastoral, el diálogo ecuménico y la relación de amistad que la Iglesia desea mantener con el mundo”, agregó.

Por otro lado, llamó a preguntarse si el camino de nuestra fe “conserva dinamismo y vitalidad”.

“Si no queremos que nuestro ser cristiano se reduzca a una herencia del pasado, como tantas veces nos ha advertido el Papa Francisco, es importante salir del peligro de una fe cansada y estática, para preguntarnos: ¿quién es hoy para nosotros Jesucristo? ¿Qué lugar ocupa en nuestra vida y en la acción de la Iglesia?“, exclamó.

Nuevos caminos y nuevas prácticas para el anuncio del Evangelio

Por ello, indicó que pidió realizar este ejercicio de discernimiento, que nace de estos interrogantes, para permitir a la fe y a la Iglesia “que se renueven continuamente y que experimenten nuevos caminos y nuevas prácticas para el anuncio del Evangelio”.

“Esto, junto a la comunión, debe ser nuestro primer deseo”, insistió. Finalmente, saludó a los miembros del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Al concluir la celebración, el Pontífice descendió las escalaras hasta la tumba del apóstol Pedro, que se encuentra abajo del altar de la Cátedra, y rezó unos minutos ante ella. Lo hizo precisamente junto al Metropolita Emmanuel de Calcedonia, que preside la Delegación del Patriarcado Ecuménico, que ha sido enviada a Roma por Bartolomé I, para participar en la Solemnidad de San Pedro y Pablo que encierra un gran trasfondo ecuménico.

Durante la celebración, el Papa León XIV retomó la antigua tradición de imponer personalmente el palio a los nuevos arzobispos metropolitanos.

Este rito, cargado de simbolismo, fue modificado por el Papa Francisco en 2015 cuando decidió que sólo entregaría a los arzobispos esta banda de lana blanca en forma de collarín, adornada con seis cruces de seda negra, que se asemeja a una estola y se utiliza a modo de escapulario, y que la imposición se haría después, en cada arquidiócesis, por el nuncio.

El Papa argentino explicó entonces que era un gesto para dar más protagonismo a las iglesias locales, hacer la ceremonia más pastoral y participativa, y reforzar el vínculo entre el arzobispo y su pueblo, sin debilitar la comunión con Roma.

- Esta nota fue publicada por ACIPRENSA.



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