El Papa aseguró en la Audiencia General de este miércoles que Cristo, como hizo durante el día del Misterio pascual, entra cada día en los infiernos del hombre, una imagen que se refiere a quien “vive la muerte a causa del mal y del pecado” para salvar y “no para culpabilizar”.
“Cristo entra en todas estas realidades oscuras para testimoniarnos el amor del Padre. No para juzgar, sino para liberar. No para culpabilizar, sino para salvar. Lo hace sin clamor, de puntillas, como quien entra en una habitación de hospital para ofrecer consuelo y ayuda”, aseguró el Pontífice.
De esta forma, insistió en que si Cristo ha podido descender hasta allí, “nada puede ser excluido de su redención”.
“Ni siquiera nuestras noches, ni siquiera nuestros pecados más antiguos, ni siquiera nuestros vínculos rotos. No hay pasado tan arruinado, no hay historia tan comprometida que no pueda ser tocada por su misericordia”, expresó el Santo Padre que ha continuado este miércoles con la catequesis del misterio del Sábado Santo.
Los infiernos, condición existencial
Durante la catequesis, también explicó que la imagen de los infiernos, en la concepción bíblica, no son “tanto un lugar”, sino más bien “una condición existencial” en la que la vida “está debilitada y reinan el dolor, la soledad, la culpa y la separación de Dios y de los demás”.
De este modo, León XIV indicó que el descenso de Cristo a los infiernos “no tiene que ver sólo con el pasado, sino que toca la vida de cada uno de nosotros” y está hecho de “soledad”, “vergüenza”, “abandono” y de “cansancio de vivir”.
“Cristo nos alcanza también en este abismo, atravesando las puertas de este reino de tinieblas”, señaló el Santo Padre desde la plaza de San Pedro del Vaticano.
Ante cientos de fieles, reunidos para escuchar su catequesis, aseguró que Cristo entra cada día“en la misma casa de la muerte, para vaciarla” y “para liberar a los habitantes, tomándoles de la mano uno por uno”.
“En este gesto está toda la fuerza y la ternura del anuncio pascual: la muerte nunca es la última palabra”, indicó.
Como un padre con el hijo que teme que ya no es amado
Por ello, el Pontífice resaltó que el Señor desciende allí donde el hombre “se ha escondido por miedo, y lo llama por su nombre, lo toma de la mano, lo levanta, lo lleva de nuevo a la luz”. Un gesto que hace “con plena autoridad, pero también con infinita dulzura, como un padre con el hijo que teme que ya no es amado”, expresó.
Para el Papa esta es la prueba de “la humildad de un Dios que no se detiene delante de nuestro pecado, que no se asusta frente al rechazo extremo del ser humano”.
Este evento, que la liturgia y la tradición nos han entregado, “representa el gesto más profundo y radical del amor de Dios por la humanidad”, subrayó.
En este sentido, resaltó que esta es la base del consuelo cristiano que “nos sostiene”. “Si a veces nos parece tocar el fondo, recordemos: ese es el lugar desde el cual Dios es capaz de comenzar una nueva creación”, enfatizó.
De hecho, no basta “decir ni creer que Jesús ha muerto por nosotros”, sino que es necesario reconocer “la fidelidad de su amor”.
Finalmente subrayó que la verdadera gloria del Resucitado es el “poder de amor” que es “solidaridad de un Dios que no quiere salvarse sin nosotros, sino solo con nosotros”.
“Un Dios que no resucita si no es abrazando nuestras miserias y nos levanta de nuevo para una vida nueva”, señaló.
Y concluyó: “Descender, para Dios, no es una derrota, sino el cumplimiento de su amor. No es un fracaso, sino el camino a través del cual Él muestra que ningún lugar está demasiado lejos, ningún corazón demasiado cerrado, ninguna tumba demasiado sellada para su amor”.
El Papa León XIV anuncia un rosario por la paz en la Plaza de San Pedro
El Papa León XIV invitó este miércoles a rezar el rosario por la paz durante todo el mes de octubre y anunció que el sábado 11 de octubre, a las 18:00 horas, presidirá un gran rosario en la Plaza de San Pedro en el marco de la Vigilia del Jubileo de la Espiritualidad Mariana.
“Queridos hermanos y hermanas, el mes de octubre, que ya está cerca, está dedicado especialmente al santo rosario, por lo que invito a todos a rezar el rosario por la paz todos los días del próximo mes, personalmente, en familia, en comunidad”, dijo el Pontífice al final de la audiencia general.
El Papa también dirigió un llamado particular a quienes trabajan en el Vaticano: “Invito a todos los que prestan servicio en el Vaticano a vivir esta oración en la basílica de San Pedro todos los días a las 19:00 horas".
"En particular, la tarde del sábado 11 de octubre a las 18:00 horas, lo haremos juntos aquí, en la plaza de San Pedro, en la vigilia del jubileo de la espiritualidad mariana, recordando también el aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II”, explicó.
Dos Estados en Tierra Santa
Antes de regresar al Vaticano tras pasar el martes en Villa Barberini, en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, León XIV reafirmó su apoyo a la solución de los dos Estados en el conflicto entre Palestina e Israel y alertó sobre el riesgo de que se produzca una escalada en Ucrania.
“La Santa Sede ha apoyado la solución de los dos Estados desde hace muchos años”, recordó el Pontífice ante los periodistas que lo esperaban antes de su regreso al Vaticano.
La Santa Sede lo reconoció oficialmente en 2015, cuando firmó el Acuerdo Global con el Estado de Palestina.
“La Santa Sede reconoció hace tiempo la solución de los dos Estados. Eso está claro: hay que buscar un camino que respete a todos los pueblos”, afirmó el Pontífice, según reportó el portal de noticias del Vaticano, Vatican News.
No obstante, León XIV admitió que el reconocimiento formal del Estado de Palestina por parte de toda la comunidad internacional “podría ayudar, pero ahora mismo no existe una verdadera voluntad de escucha por la otra parte [en referencia a Israel]; el diálogo está roto”.
Asimismo, el Santo Padre confirmó que ese mismo día había llamado por teléfono a la parroquia católica en Gaza: “Gracias a Dios, la parroquia está bien, aunque cada vez las incursiones se acercan más… Esta tarde me comuniqué con ellos”.
Rusia-Ucrania: “Alguien busca una escalada”
El Pontífice también fue interrogado sobre la guerra en Ucrania y las recientes incursiones rusas en el espacio aéreo de otras naciones, en especial de Polonia. “Alguien busca una escalada. Cada vez es más peligroso. Sigo insistiendo en la necesidad de abandonar las armas, frenar los avances militares y volver a la mesa de diálogo”, declaró.
En este contexto, el Papa subrayó la importancia de la acción conjunta del continente europeo: “Si Europa estuviera realmente unida, creo que podría hacer mucho”.
Preguntado si considera necesario un rearme europeo, evitó pronunciarse de manera directa: “Son cuestiones políticas, condicionadas también por la presión exterior sobre Europa. Prefiero no hacer comentarios”.
Respecto a las iniciativas diplomáticas de la Santa Sede, León XIV aseguró que el trabajo continúa de manera discreta: “Estamos en diálogo constante con los embajadores. También intentamos hablar con los jefes de Estado cuando vienen, siempre buscando una solución”, agregó el Pontífice.
- Esta nota fue publicada originalmente en ACIPRENSA.