(OSV News) – En el panel "¿A dónde nos dirigimos? Un Llamado a la Acción" durante una conferencia de inmigración en Washington D.C. del 11 de abril, seis panelistas dieron sus puntos de vista sobre las acciones que podrían hacer la diferencia para la población inmigrante.
Entre ellos, William Canny, director ejecutivo de Servicios de Migración y Refugiados (MRS por sus siglas en inglés) de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., basándose en la carta "Juntos en el Camino de la Esperanza Ya No Somos Extranjeros", dijo: "nos guiamos por estos principios: las personas tienen derecho a quedarse y encontrar oportunidades en su propio país. Es un derecho, tienen derecho a emigrar y mantenerse a sí mismos y a sus familias cuando no pueden quedarse. Las naciones soberanas tienen derecho a controlar sus fronteras -- nosotros diríamos humanamente".
"Los refugiados y solicitantes de asilo deben recibir protección. Los países ricos quizá tengan una mayor responsabilidad al respecto", continuó, haciendo referencia al documento conjunto de 2003 de los obispos de EE.UU. y México (que abordaba la necesidad de gestionar la migración de forma más humana y hacía hincapié en la atención pastoral a los recién llegados)
"La dignidad humana y los derechos humanos de los inmigrantes indocumentados deben respetarse siempre", dijo Canny, invitando a los presentes a ver más recursos en el sitio web justiceforimmigrants.org.
Estas intervenciones se dieron al final la conferencia "Respondiendo a las Realidades Cambiantes en la Frontera de los Estados Unidos y Más Allá", organizada por Catholic University of America y la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. La jornada incluyó paneles con académicos y expertos con experiencia práctica en la atención a inmigrantes, además de las intervenciones del obispo auxiliar Evelio Menjívar Ayala de Washington y el obispo Mark J. Seitz, de El Paso, Texas.
Durante el último panel del día, Michelle Sardone, directora adjunta de programas de La Red Católica de Inmigración Legal Inc., (conocida como CLINIC por sus siglas en inglés), advirtió que, pese a los esfuerzos de organizaciones que prestan servicios legales de inmigración, éstos no alcanzan a cubrir la demanda y por eso muchos se enfrentan al sistema de inmigración sin estar representados legalmente por un abogado. "Cinco por ciento de los casos en la corte de inmigración en los que no tiene representación son aprobados", dijo, agregando que "A finales del año pasado la acumulación de casos en la corte de inmigración fue de 3.2 millones y de esos casos sólo el 30% tiene representación".
"¿Qué podemos hacer?, en primer lugar, si usted tiene un familiar, amigo, vecino o estudiante que necesita servicios legales de inmigración, que se asegure de que vayan a un abogado que sea realmente un abogado de inmigración o un abogado pro bono que haya recibido formación en derecho de inmigración, o que vayan a una organización que haya sido reconocida por el Departamento de Justicia", afirmó Sardone.
A su turno, Cheryl Aguilar, fundadora y directora de Hope Center for Wellness, explicó que ella y su equipo trabajan con padres de niños migrantes que han sido separados de ellos. "No les estamos preguntando a los padres qué es lo que necesitan, así que esa es una gran oportunidad para todos los que estamos en este campo para crear espacios para los padres".
Aguilar hizo un llamado para tomar acción mediante la creación de grupos de apoyo, ser buenos vecinos y hacer voluntariado. "Si somos proveedores de servicios legales, profesionales del derecho, estudiantes o quienquiera que seamos aquí en esta sala, siempre hay algo que podemos hacer -- (como) obtener información y utilizar sus medios de comunicación social para abogar", afirmó.
De otro lado Javier Bustamante, director del Centro de Participación Cultural de la Universidad Católica de América, habló de la importancia del acceso a la educación superior, partiendo de su propia experiencia como estudiante inmigrante e indocumentado años atrás.
Él dijo que descubrió que las instituciones de enseñanza superior, en particular las católicas, necesitan educar a los inmigrantes y a sus hijos. "Creo que hoy hemos oído hablar un poco del papel de la Iglesia y de cómo desempeñó un papel importante en la integración de los católicos en la corriente principal de nuestra sociedad. Y mucho de eso se hizo a través de las instituciones de nuestro sistema educativo católico", aseguró Bustamante.
Jessica Estrada, directora de Servicios para los Recién Llegados de Caridades Católicas de Arlington,Virginia, afirmó que hay mucho por hacer por parte de quienes trabajan en la defensa de los derechos y la dignidad de los inmigrantes, entre lo cual, dice ella, prima el autocuidado.
Lo dijo con referencia a la actual retórica antimigrante que despoja a los inmigrantes de su dignidad, aviva el temor a una crisis fronteriza y pone en la mira a las organizaciones católicas que apoyan a los migrantes. Por ejemplo, la organización matriz de Estrada Catholic Charities USA, que representa a una red de organizaciones humanitarias católicas en Estados Unidos, tuvo que responder a principios de este año a lo que calificó de "inquietantes" comentarios violentos de un influencer en las redes sociales que sugería que los trabajadores y voluntarios de Catholic Charities deberían ser fusilados por acoger a inmigrantes. Muchos miembros de Caridades Católicas alrededor del país han sido criticados por políticos, que también han atacado a otras organizaciones católicas que trabajan por el bienestar de los inmigrantes.
"La retórica que aumenta las amenazas sobre nuestras carreras y a lo que dedicamos el trabajo de nuestra vida es muy real", dijo Estrada. Tenemos familia, somos humanos, tenemos deseos para las personas a las que servimos, queremos protegerlas y queremos protegernos a nosotros mismos".
"Da miedo, es un poco difícil intentar hacer este trabajo y además hacerlo mientras estás bajo la amenaza del sentimiento antiinmigrante", dijo Estrada. "A nivel local, regional, federal, todas esas cosas a nivel nacional. Así que, por favor, cuídense. Y si no están seguros de cómo hacerlo, pónganse en contacto con alguien que pueda ayudarles. Su agencia de Caridades Católicas local también puede ayudar con eso".
Finalmente, Martha Cruz Zúniga, catedrática de Economía de la Universidad Católica de América, habló de la relación directa entre la economía y la inmigración. "El tema de la inmigración está relacionado con la mano de obra. Así que importa. Y está el tema de las remesas y eso es importante, así como los flujos económicos", aseguró.
"La pobreza tiene como consecuencia la desaparición de la cohesión social … eso puede ocurrir. De ahí también puede surgir la violencia", advirtió Cruz Zúniga. "Así que hasta que no trabajemos de verdad en abordar las raíces de la pobreza, es difícil que la migración desaparezca".
"Una de las cosas que pienso como economista sobre las personas que trabajan en el terreno es que tenemos que reunir pruebas de lo que no funciona, pero también de las posibles soluciones", concluyó la catedrática.
Al concluir la conferencia, la moderadora del panel invitó a una religiosa que visitaba la universidad a dar la oración final. Después de recordarle a la audiencia que Jesús y la sagrada familia fueron migrantes, la hermana oró para que Dios acompañe a los migrantes.
También pidió que los presentes puedan, al encontrarse con Dios, escuchar "tú me lo hiciste a mí", haciendo referencia al pasaje del Evangelio de San Mateo, capítulo 25, que invita a todos a dar de comer al hambriento, visitar a los enfermos y las personas en la cárcel, abrigar a los pobres y acoger al forastero.
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Marietha Góngora escribe para OSV News desde Washington D.C. El equipo de OSV News contribuyó con este artículo.