El P. Craig Giera explicó cómo la Iglesia local fomenta el discernimiento a través de la oración, el acompañamiento y la invitación
DETROIT - Durante la primera semana de noviembre, la Iglesia de los Estados Unidos celebra la Semana Nacional de Conciencia Vocacional, un tiempo dedicado a promover de manera especial “las vocaciones al sacerdocio, al diaconado y a la vida consagrada a través de la oración y la formación, y a renovar el apoyo y las oraciones por quienes están discerniendo alguna de estas vocaciones” según la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
En 2022, el Arzobispo de Detroit, Allen H. Vigneron, convocó a la Iglesia local a un Año Especial de Oración por las Vocaciones Sacerdotales en respuesta a la escasez de sacerdotes, tanto en la Arquidiócesis de Detroit como en todo el país.
El P. Craig Giera, director de vocaciones sacerdotales de Detroit desde 2019, conversó recientemente con Detroit Catholic sobre la situación actual de las vocaciones en la Iglesia local, las distintas formas en que parroquias y fieles pueden ayudar a crear una cultura que fomente estos llamados, y las tendencias que ha observado en los últimos años.
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Detroit Catholic: Ha sido director de vocaciones durante casi cinco años. Si pudiera resumirlo en pocas palabras, ¿en qué ha consistido su ministerio y qué ha sido lo más gratificante para usted?
P. Craig Giera: Mi ministerio consiste principalmente en estar presente para los jóvenes. A medida que los conoces y hablas con ellos, se van abriendo cada vez más. El ministerio se trata de estar presente. A veces se acercan y me dicen: “Bueno, no sé si Dios me está llamando ahora mismo, pero si las cosas cambian te voy a avisar”. Y, dos años después, esa misma persona vuelve a buscarme, y retomamos la conversación.
Para mí, lo más gratificante es ver el potencial de estos jóvenes. Me recuerda a cuando Dios me llamó al sacerdocio: es un momento donde todo resulta novedoso. El mundo se abre ante ti, y Dios está haciendo cosas increíbles; el viaje que te espera es asombroso. Ver eso reflejado en estos chicos es inspirador y me recuerda lo maravilloso que fue cuando Dios me llamó.
Detroit Catholic: ¿Cuáles son los principales retos que debe enfrentar al hablar con jóvenes que están discerniendo una vocación al sacerdocio?
Padre Giera: Creo que el mayor desafío es que los chicos se comprometan. Tienen tantas opciones disponibles que lo único que quieren es tomar la decisión correcta. A algunos les cuesta decir: “De acuerdo, me comprometo con esto”. En cierto sentido, creo que es algo propio de la cultura actual, porque lo mismo pasa con el matrimonio. El mundo les dice: “No se comprometan a nada, porque podría aparecer algo mejor”. Por eso, es un aspecto en el que he estado trabajando mucho con ellos.
Detroit Catholic: Ese es un gran desafío. Nuestra cultura parece haber perdido el sentido de la “vocación”, ese compromiso a largo plazo con algo bueno, ya sea el matrimonio, el sacerdocio o incluso, en algunos casos, una carrera profesional. Creo que esto refleja el famoso “miedo a perderse algo”. Entonces, ¿qué hace que una vocación permanente resulte atractiva y hermosa?
El P. Giera: La fidelidad a Dios. La vida nos presenta dificultades y nos pone a prueba, y todos debemos cargar nuestra cruz. Sin embargo, si se trata de una vocación que el Señor nos ha dado, podemos encontrar no solo alegría en medio de esas luchas, sino también felicidad y paz, porque sabemos que viene de Dios. Creo que a veces los chicos sienten miedo porque quieren tomar la decisión correcta, pero en realidad no es un problema que deban resolver. Se trata simplemente de tener una relación con una persona, y esa persona, por supuesto, es Jesucristo. Una vocación nace precisamente de esa relación con el Señor. Si no rezas o no pasas tiempo con Jesús, será muy difícil descubrir lo que Dios quiere para tu vida.
Detroit Catholic: Obviamente, la oración es muy importante para el discernimiento vocacional y seguramente es lo primero que aconseja. ¿Hay alguna oración específica que le parezca más eficaz? ¿Cuál es la mejor manera de rezar por nuestra vocación?
P. Giera: La Misa es, sin dudas, la mejor oración. Rezar frente al Santísimo Sacramento y pasar un rato en silencio con el Señor es maravilloso. También es importante tener devoción a la Virgen. Jesús vino a nosotros a través de María, y nosotros volvemos a Jesús por medio de ella, así que rezarle a la Virgen es fundamental.
En mis homilías, me gusta contar un chiste: “¿Cuál es la palabra favorita de un pirata?”. Todos siempre responden: “ARRR”. Entonces les digo: “Recen como un pirata”.
La primera letra es la “A”: aceptar la presencia de Dios en tu vida. Antes de empezar a rezar, tómate un momento para reconocer que Dios está contigo. Donde sea que estés, recuerda que Él está ahí.
Luego viene la primera “R”: relatarle a Dios todo lo que te pasa. Háblale de todo, como lo harías con tu mejor amigo. Incluso pregúntale las cosas más difíciles, como: “¿Por qué se están divorciando mis padres?” o “¿Qué me hará feliz en la vida?” Entrégale tus preocupaciones, cuéntale todo.
La siguiente “R” es recibir lo que Dios quiera decirte. A veces guardará silencio, y otras te dará un pasaje de la Biblia o una imagen que te ayudará. Mientras más practiques esto, más fácil será reconocer su voz.
Y la última “R” es responder generosamente a su llamado. Tal vez te invite a rezar más por tu familia, o ser voluntario en tu parroquia o a hacer algo diferente.
Así que, ¡reza como un pirata!
Católica de Detroit: ¿Cómo es una semana típica para usted?
Padre Giera: Cada semana es diferente. Una semana puedo visitar una escuela secundaria o primaria. A veces, mando correos electrónicos, hago llamadas telefónicas y me reúno personalmente con jóvenes que están considerando el sacerdocio. Esta noche, por ejemplo, voy a reunirme con nuestro grupo de discernimiento, donde unos ocho chicos vendrán a hablar sobre el sacerdocio y compartir una pizza. Hace un par de semanas tuvimos nuestro fin de semana de discernimiento, donde los jóvenes pudieron convivir con los seminaristas desde el jueves hasta el sábado o domingo por la tarde. Cada día es diferente.
Detroit Catholic: Mencionó los grupos de discernimiento. ¿Qué es lo que hace que estos grupos faciliten un poco el discernimiento vocacional?
Padre Giera: Creo que es el aspecto social. A veces podemos quedarnos atrapados en nuestras mentes, intentando resolver todo por nuestra cuenta, y terminamos dándole vueltas a lo mismo una y otra vez. Cuando empiezas a hablar con otras personas, ves sus luchas, su entusiasmo y te das cuenta de que tienen las mismas preguntas que tú. Entonces descubres que no estás solo. Es mucho más fácil decir: “Bueno, puede que Dios me esté llamando a esto”.
Suelen venir bastantes chicos a los grupos de discernimiento, y para fin de año, la mayoría ya no sigue porque o bien han solicitado ingresar al seminario y fueron aceptados, o han decidido no aplicar. Y entonces cada año vuelvo a empezar con un grupo nuevo.
Detroit Catholic: También lleva varios años conduciendo el pódcast Men of the Hearts. ¿Qué es lo que más disfruta de esa experiencia?
Padre Giera: Ha sido muy interesante conversar con diferentes sacerdotes y escuchar sus historias de vocación. En muchos casos, son sacerdotes que ya conozco, pero no tenía idea de sus historias. Es muy edificante ver cómo Dios llamó a cada uno y, al mismo tiempo, llegar a conocerlos mejor. Además, los hombres que están discerniendo una posible vocación escuchan estos podcasts, lo que hace que me conozcan un poco. Entonces, cuando alguno se anima a llamar, siente que ya tiene cierta confianza conmigo, y eso facilita mucho las conversaciones.
Detroit Catholic: ¿Hay algún episodio favorito hasta ahora?
Padre Giera: ¡Oh, todos son interesantes! Cada uno tiene algo diferente. No sabría decirte uno en particular. Los primeros fueron un poco más rústicos, porque no sabíamos bien lo que estábamos haciendo, pero realmente he disfrutado todos.
Detroit Catholic: Los estudios han demostrado que hasta el 70% de los hombres que se convierten en sacerdotes sirvieron como monaguillos durante su juventud. Es una cifra asombrosa. ¿A qué cree que se debe? Y dadas estas estadísticas, ¿existe la oportunidad de animar a más jóvenes a considerar el servicio en el altar?
Padre Giera: Estoy convencido de que el servicio en el altar es lo que me ayudó a llegar al sacerdocio. Me gustaba la Misa, especialmente cuando me tomaba la fe más en serio, pero cuando le dije a mi párroco que estaba considerando el sacerdocio, me dijo: “Tienes que empezar a servir inmediatamente”. Cuando lo hice, fue como un momento de revelación para mí. La Misa se volvió mucho más interesante, no porque tuviera algo que hacer, sino porque sentía que era ahí donde estaba llamado a estar: en el santuario, moviéndome y haciendo lo que hacía el sacerdote. Recuerdo que pensé: “Bueno, puedo hacerlo. Puedo formar parte de esto”.
Creo que eso es lo que pasa cuando los jóvenes y las jóvenes sirven. Creo que pueden verse sirviendo en la Iglesia el resto de sus vidas, ya sea en una orden religiosa o como sacerdotes.
Detroit Catholic: La invitación y el ejemplo de los propios sacerdotes es otro factor de gran influencia. ¿Por qué es tan importante que los sacerdotes mentores se acerquen e inviten personalmente a los jóvenes que podrían tener esta vocación?
Padre Giera: Creo que todo se resume en el sentido de pertenencia. Todo el mundo siente el deseo de pertenecer a algo. Si un hombre realmente está llamado al sacerdocio y está buscando, y alguien lo invita a acercarse, eso facilita mucho la decisión. Ver a un sacerdote feliz y enamorado de lo que hace, y que ese sacerdote te invite a servir con él, puede tener un gran impacto.
Conozco ejemplos de sacerdotes que han invitado a chicos a ir al hospital con ellos durante una unción, y eso ha tenido un gran impacto en sus vidas. No se trata solo de celebrar la Misa el fin de semana. Cuando se invita a los jóvenes a trabajar en la Iglesia o a participar en distintos ministerios, tienen la oportunidad de probar lo que es la vida eclesial y pueden verse formando parte de ella. Entonces, cuando el párroco dice: “Oye, ¿has considerado ser sacerdote?”, es casi como una invitación a su vocación. Es decir: “Ven, forma parte de esto”.
Detroit Catholic: Hace un año, terminamos el Año de Oración por las Vocaciones Sacerdotales, durante el cual el Arzobispo Vigneron pidió a las parroquias de toda la Arquidiócesis de Detroit que rezaran por un aumento de las vocaciones al sacerdocio. ¿Cómo cree que el Señor responde a esa oración?
P. Giera: Realmente creo que estamos empezando a ver los frutos de eso. El año pasado ingresaron en el seminario ocho jóvenes, que son muchos. Fue algo maravilloso. Hace poco tuvimos nuestro fin de semana de discernimiento, con nueve chicos de Detroit. Tenemos un grupo enorme de jóvenes que quieren venir a nuestro grupo de discernimiento; ya estoy hablando con un par de chicos en la escuela secundaria que quieren presentar una solicitud después de graduarse. Así que parece que ha habido una respuesta generosa a nuestras oraciones como diócesis, y está teniendo un efecto positivo.
Todavía tenemos algunas parroquias que rezan la oración por las vocaciones sacerdotales en cada Misa, y eso también está teniendo un impacto. Incluso les pregunté a algunos chicos por qué sienten que Dios los llama, y me dicen: “Cada vez que rezamos la oración por las vocaciones en Misa, siento que Dios me habla directamente”.
Detroit Catholic: Gracias por tomarse el tiempo para conversar con nosotros, Padre. ¿Hay algo próximo que le gustaría compartir con la gente?
Padre Giera: Uno de nuestros eventos más importantes, que suele ser muy concurrido y que creo que es una buena manera de acercarse, es nuestra cena y oración vespertina con el arzobispo. Es un momento en el que el arzobispo reza con los jóvenes que están considerando una vocación, escucha sus historias vocacionales de los seminaristas y pasan un tiempo con el Señor. Cada año recibimos más jóvenes: este año tuvimos más de 200. La próxima cena será en febrero, así que esperamos contar con la misma respuesta.
No es un evento muy largo, pero es una buena manera de acercar a los jóvenes al seminario, de que hablen con los seminaristas y sacerdotes. Como dije antes, se trata de generar ese sentido de pertenencia, que sepan que no están solos.
¿Estás considerando una vocación al sacerdocio?
Si eres un hombre que está pensando en una vocación al sacerdocio o si tienes preguntas, te invitamos a contactar al Padre Craig Giera, director de vocaciones sacerdotales de la Arquidiócesis de Detroit, al (313) 237-4671 o a [email protected]. Para más información, visita www.detroitpriestlyvocations.com.